jueves, 7 de enero de 2010

POESÍA; ÁBRETE - Ernesto Ramírez


Ábrete


Ábrete dios
cuéntame tus desdichas
confiesa tu impotencia
te sentirás mejor
bebe un trago, así, así
quema, sí, pero qué más da
es lo que hay
lo que tenemos
brindemos
yo brindo por tu obra
-perdona el eufemismo-
tú obras por lo mismo
-lo se, no me resigno-
los panes no alcanzaron, no
-subestimaste la avaricia-
y los peces se siguen escabuyendo
-sobre todo los gordos-
tus cuervos construyen enormes nidos
y tu muñeco de barro sucumbió al aguacero
la manzana se ha podrido
proliferan los gusanos
donde había un ojo hay un culo
donde una mano un cofre fort
y donde hubo un dedo un gatillo
el pudor de adán –sin la hoja-se vende en jugueterías
caín es un bebe de pecho
noé olvidó cargar una pareja de genes
y a la manida semejanza se la tragó el diluvio
bebe otro trago
¿qué tal una partidita de póker?
juguémonos el resto
total, qué más da otra noche en vela
¿sabías? la de magdala puso un lupanar
pero quebró a los pocos siglos
como cada cliente cargaba su cruz
no les cobraba
además sólo hacía el amor
sin body servis ni accesorios
no te rías, es verdad, yo mismo lo comprobé
nunca sentí tanta beatitud entre las piernas de una mujer
no disimules, estabas al tanto
en la cola delante de mí aguardaban voltaire y joaquín
detrás mío iba alfredo
y más atrás john y charles
-el de los granos y las resacas-
le seguían hypatia,hemigway, frida, y a regazo un tal guillaume d`aquitaine
también un arcángel que no distinguí cual era
e impaciente se masturbaba
y unas sombras sin nombres ni tumbas
todos buscando algo de amor y cobijo
nos sobrevolaba una paloma que no paraba de cagarnos en 3D
y el último eras tú, no lo niegues
te vi con tus propios ojos
por la cola de mi barrilete ateo
-sí, ya desde aquella época-
tenías los ojos rojos de deseo
la serpiente de fuego rígida entre las piernas
y unos rollos bajo el brazo
e interpretabas hamlet con la cabeza de mi padre
no podía ser otro que tú, sí
y traías para el trueque –ingenuo- los códices del mar que te ha visto
no te avergüences
era domingo
tu día de relax
dios, cuando perdones mis pecados
perdona sólo los pequeños
los grandes
quiero cargarlos.
.........

Ernesto Ramírez

No hay comentarios:

Publicar un comentario