LAURA GARCÍA DEL CASTAÑO
Nació en Córdoba el 17 de octubre de 1979. Formó parte de El caldero de los cuenteros. Escribe desde muy temprana edad y ha editado, “Orquídeas, lágrimas y sangre” 1996, “He hablado con el olvido”, 1997, “Desde mi alba” 1998 y “El Grito”, 2004, de donde se han extraído estos textos.
La tierra del elefante
Voy cayendo sin piedad a la tierra del que mira entre sombras,
a la ventana desde donde implora el elefante;
la misma por la que asomaste los pies un día.
Toma asiento.
Estos ojos flexibles retornan, ya nada tienen que rescatar entre lo muerto.
Eleva la barbilla
mientras paseo al orgullo con una correa a punto de soltarse.
Hay huellas dactilares aún legibles en las puertas,
como esas manchas oscuramente fijadas a los huesos.
Quédate quieto, voy a picarte, y tu alarido fulminará las últimas serpientes.
Sube los codos al nivel del amor, aparta los húmedos pies de los sueños.
Afuera todo yace prolijamente iluminado.
Cállate y sigue leyendo en voz alta la cocción de la cicuta.
Hoy te daré muerte con olvido y su naftalina inagotable.
Tengo demasiados sarpullidos entibiando en los grifos.
Listo.
Atraviésate de una vez estos anzuelos.
Allí hay sillas donde encestar la espera.
Para ti poesía,
que penetras de una vez en mi sueño sin nadie,
con tu llegada que despierta en premonición o en distancia.
Desde tus pies, que acumulan las claves para las llaves del mundo.
Para no dejarte ir y luego odiar tu desnudez,
para despedazarte en la fiesta en que me resisto a recordar lo que he sido.
Para pasar mil rostros de ti como mendiga o testigo.
Te convocan los ojos que fueron antes de esperarte,
la noche que grita el vuelo del alma,
el viento que repite la incesante piedra.
Son estos dedos por millones que te heredan,
que te recorren en los versos que llevo de ti desconocidos.
Para ti poesía,
siempre pendiente para inclinarme hacia tu silla,
como una hija del insomnio.
He escuchado en otras oportunidades la poesía de Laura, fuerte, compacta, llega, ella tiene una voz que seduce desde cada palabra. Un gusto verla en la página.
ResponderEliminarAndrea Casas
La poesía es para mí territorio extraño, dúctil, misterioso. Leo poesías y el efecto es instantáneo: me llega, me duele y angustia, o me sorprendo con la pureza del lenguaje. Y disfruto. Como ésta, de Laura García del Castaño.
ResponderEliminarAndrés
Laura, una belleza tu poesía,te saludo desde mi Leones querida.
ResponderEliminarAlfredo Solares
Laura, mucha fuerza en estos poemas. Y en toda tu poesía, conozco lo que hacés y tenés una voz super seductora. Un abrazo.
ResponderEliminarFernando Anglada
Laura una poeta que se destaca . De gran creatividad . Un orgullo en la poetica de Córdoba. FELICITACIONES!!!! Mi cariño.
ResponderEliminarsoy testido fiel de esa creatividad admirable..sos un solcito. beso!
ResponderEliminarCuando la poética de Laura aparece comienza un viaje desde el interior de la palabra a las fibras más profundas de los caminos humanos. Felicitaciones! Cris. Ramb
ResponderEliminarSorprende esta poesía de una expresión madura y reconcentrada para alguien tan joven.
ResponderEliminarLa palabra escueta y sólida, no exenta de magia, pero de una especie de magia medida y devenida de largas horas de lo que ella llama insomnio y yo, talento.
Gracias
Susana Giraudo
Bello muy bello
ResponderEliminarSoy una admiradora que prefiere permanecer en el anonimato, estoy seducida por su mirada del mundo, me estremece, altera mis sentidos y quiero poseerla a su poesía y a ella.
ResponderEliminarLlamado a la administrador del blog. Me parece que el último comentario ofende la poesía de Laura; sensata, pura, llena de sensaciones.En fin, poesía.
ResponderEliminarEstas personas ocultas en el anonimato deberían dar su nombre al menos. Y en todo caso dejar libar sus instintos en otro lado, de manera personal.
Intuyo además que el anónimo desconoce de poesía, de tal manera que si supiera lo mínimo indispensable, se daría cuenta que la poesía es inabarcable, incapaz de ser poseía por algo a alguien y que es a la inversa. La poesía nos posee.
El anonimato permite estas cosas, que no aportan en nada a este blog ni a ningún otro que sea de literatura.
Muy lindo el blog y sus poetas que hablan, nos hablan y nos ofrecen su poesía en este espacio.
Saludos...la que si da nombre.
Leticia Ressia