domingo, 25 de abril de 2010

LEON DAVID - República Dominicana

Lamento.

(Juan José Jimenez Sabater. 1945)  A veces, su palabra es canto social, se detiene en el sufrimiento del hombre, muestra sus profundidades  más humanas de manera directa y  descarnada, sin perder su estética. Otras,  late su pensamiento con singular inclinación a la verdad, a la filosofía oriental en la que apoya su vida y su arte.  A través de la poesía sublimiza la existencia, busca la luz del amor y de la sabiduría, con una lírica metafísica, simbólica, trascendente.  Un sentimiento místico se apodera del poeta y canta con dolorosa alegría el esplendor de las horas, de poder decirle al otro, a su hermano,. de saberse vivo, en el tiempo y en el poema. Obras: " Poemas" "Poemas del hombre nuevo" "adentro" "Guirnalda" y varias más. Susana Zazzetti
 
      S/T
 
Hermano, yo te invito a que vayas conmigo
para que me refresques el sueño con tu sombra,
para nutrir la noche de párpado y murmullo
y amanecer de pronto sobre el grito del alba,
yo te invito a que esculpas nuevamente tu forma,
a que amases tu harina,
a que caves tu surco
y por la tierra vayas abriéndote la sangre
hasta que se levanten del suelo los escombros.
Y yo también te invito, hermano,
a mi silencio,
a que en él te recojas, capullo desolado,
a contemplar las hojas oscuras que partieron
y el cielo brusco y hondo,
mudo y deshabitado,
te invito a mi morada que agrietaron las horas,
a esta pegajosa soledad que me abraza,
a los viejos rincones de polvo y de tristeza
donde fui descubriendo la flor de la mañana
allá,
en lo más hondo de las grutas del llanto
te esperaré, mi hermano,
con la voz desprendida
para que tú la tomes y me abrigues el canto
¡para que el canto brote hasta por las heridas!
 
 
      S7T
 
Hermano atormentado de la noche,
déjame alzar el canto
por sobre la estatura inmóvil del granito
y llegar hasta ti para soñar contigo,
para beber contigo,
con una misma sed, la misma agua.
Deja, hermano, que rompa esta costra de cal
con que fabrica óxido el silencio
y engendremos de nuevo
desde su brizna joven la palabra.
Despojado de huellas,
vaciado de sangre, abierto de penumbras,
urgido de distancias, hoy retorno hacia ti
como el hijo perdido al seno de la madre
y te pregunto, al nombre que me diste,
ése que, sin saberlo,
dejé tirado un día al borde del camino.
Sólo tengo la voz,
mi pobre voz enferma y perforada
para sembrar la luz y contemplarte el rostro
y callar de una vez definitivamente.
 
   de : "Festival internacional de poesía de El Salvador"
 
     

No hay comentarios:

Publicar un comentario