JOSE EMILIO TALLARICO
El loco y la hamaca
Uno hace como que no mira al loco,
el loco, por instantes, simula mirar.
Sobre ese acuerdo imaginario,
hamaca y loco trazan un balanceo victorioso,
enorme, contra el vacío de la tarde.
( Si bien había ojos, ojos/
que rondaban la emoción de vivir,
también la imagen que los dispersaba
rehusaba diluirse en movimientos).
Es entonces cuando el loco ríe
casi al ritmo de su cosmogonía solitaria.
Y resopla en el viento su belleza,
sus harapos contra el vacío de la tarde.
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El personaje
Arrastraba
la pena
de un escándalo
lo vi pasar
con manos curvas
sombras
que en el gabán dormían
a carencia viva
sin adiós
sin ganas de volar
el vuelo
habitable
de su nombre
con paso lúgubre
era fiel todavía.
de"Ese espacio que tiembla"
corresponsal Susana Zazzetti
Muy buenos ambos poemas, en el primero se transmite esa libertad que tienen algunos locos, ese goce de la vida, estando y no estando en ella. El otro poema es la cara inversa, el dolor de un transeúnte desconocido. Son dos retratos, dos personajes que atraen.
ResponderEliminarCariños,
Juany Rojas
Dos personajes muy bien marcados poeticamente.Mi cariño.
ResponderEliminarTu mirada fuera del clima, observando el accionar del loco, lo deja allí, retratado en medio de su desanclaje, de su absoluta irrealidad, haciéndolo querible.
ResponderEliminarEl segundo poema, toca el tema del que se cae del sistema y es presa del dolor, la marginación y el fatalismo.
Buenos los dos, muy buenos
Susana Giraudo