SIMBOLISMO FRANCÉS
Stephane Mallarme. (1842 - 1898 - Francia). Corrían las últimas décadas del siglo XIX, agotado como movimiento literario el romanticismo - aunque no como una postura frente a la vida -, y como reacción al realismo, surge el simbolismo: corriente literaria cuya estética nacida en Francia y en Bélgica se basó en reaccionar contra toda enseñanza impuesta, la falsa declamación y la descripción objetiva. Aunque esta corriente se origina con "Las flores del mal" ( Baudelaire), fue Mallarmé uno de sus precursores, innovador en el uso de sinestesias e imágenes bellísimas. Travesía de la palabra a la que acompañaban Rimbaud, Verlaine, otros. Son oscuros y enigmáticos - decían - al encontrarse con metáforas indescifrables. Son malditos - exclamaban sus opositores - porque crearon ese lenguaje hermético, impregnado de sensibilidad, conocimiento, hermosura y misticismo. Mallarmé, con sus escritos hizo que la palabra derrumbara nacionalidades y mostrara un mundo descarnado en cuerpo y alma. Obras: "Herodías" "Divagaciones" " Los dioses antiguos" y otras. Susana Zazzetti.
Angustia
Yo no vengo esta noche para vencer tu cuerpo
en el que están los pecados de un pueblo ni para,
en tu impuro cabello, alzar tormenta
bajo el fastidio incurable que destilan mis besos.
Pido a tu lecho el pesado sueño sin fantasmas
deslizándose a través de las cortinas ignoradas del
remordimiento,
que tú puedes saborear después de tus negras mentiras.
Tú que sobre la nada sabes más que los muertos.
Pues el vicio, royendo mi nativa nobleza,
me ha marcado, como a ti, con el sello de la esterilidad,
más en tanto que tu seno de piedra lo habita.
Un corazón que la garra que ningín crimen hiere,
yo huyo, pálido, deshecho, obsesionado por mi sudario,
temiendo morir cuando duermo solo.
La copa
En lo alto, el cristal, invisible, perfecto
donde hasta el sol se equivoca y tropieza
y la mano de plinto le sirve.
Por la mano se acerca la tierra
hecha sueño de hombre a través
de la sangre vivida, y revienta
en la espuma con que ahora brindamos;
la pleamar, el final de la oscura marea.
Encontrar superficie, salir.
Libertad. Soledad.
La experiencia
siempre inocente, siempre limpia
es el límite, flor siempre abierta,
en la gracia ideal del espíritu
cristal sobre el que hiere la luz su presencia.
" Antología de poetas universales"
Tengo una cosa contradictoria con Mallarmé, no todo de él me gusta aunque sea uno de los grandes, y obviamente un precursor del simbolismo pero la verdad, estos poemas me han gustado y es más, los he disfrutado. A veces sucede que uno se queda con una idea del autor, a lo mejor no es la época de su lectura y si uno vuelve a leerlo, puede darse con sorpresas, como meha pasado. Gracias por la publicación
ResponderEliminarMe contagió Susana Zazzeti, no puse el nombre.
ResponderEliminarEl comentario es
de
Lily Chavez