Poeta española nacida en La Rambla, Córdoba, en 1956. Reside en Barcelona su infancia. Es licenciada en Filología Hispánica, cofundadora del Aula de Poesía de Barcelona y presidenta de la Asociación Mujeres y Letras. Ha sido incluida en diversas antologías y galardonada con importantes premios, entre los que se destacan: Premio de poesía Barcarola en 1987 y Jaime Gil de Biedma en 1994. Fue además finalista de los premios Claraboya en 1986 y Ámbito literario en 1986 y 1987. Su obra poética está contenida en las siguientes publicaciones: «Rabitos de pasas» 1981, «Trasunto», «Por mí no arderán los quicios ni se quemarán las teas» y «Diálogos de la hetaira» publicados en 1986, «Otra ley» 1987, «Ya nada es rito» 1988, «Desdén» 1990, «Pormenor» 1993, «Ayer y calles» 1994, «Cuántas llaves» 1998 y «Árboles que ya florecerán» 2001. La obra de Concha García sobresale con largueza en el panorama de la poesía moderna española. Dueña de un original estilo poético, ha recibido influencia de poetas renombrados como Celan, Stevens, Milosz, Ajmatova y otros, sintiendo la poesía, según su propio concepto, "ligada a la sensación de lo efímero, todo préstamos de los objetos cotidianos, de pensamientos fugaces y de experiencias vivas o imaginadas". Es motivo de complacencia compartir con sus lectores los textos enviados por esta destacada poeta. (Artesanías Literarias)
Leve delicadeza
No sé. Abro el buzón. Llegan
aquellas cosas mal puestas
en una silla o sobre ella.
Aturdirme de letras,
vivir tardíamente dos pasos
lo justo para intransitar lo cotidiano.
Verme en el espejo: sí, otro día.
Sí, son varios. Sí, fueron muchos.
No sé. Llegar, doblar la ropa
otear la casa, el interior de la casa,
de soslayo, y a veces de frente
sin dejar de examinarme. Es eso.
Sí es eso. La felicidad no tiene temblores
ni arquea días. Es eso. Fíjate
qué cotidiano. Qué leve delicadeza
casi a solas.
Sensación en el labio
Me da sorpresa bajar
por la ventura de mis emociones
porque para qué haber estado alta
si la fiebre la produce el recorrido.
Tengo un beso junto a la boca
y un tiempo para que dure
la sensación del beso que recibo
y la inscripción de la sinceridad.
Otro tiempo no lloraré sin saberlo
que es como ahora que por encima
de la conciencia está la voluntad
de sentir un beso junto a la boca.
Si ese beso se parte y va al labio
una senda del beso que se fue
se irá sin mí también
y no será simétrico.
Todos los días son iguales
Mecánicamente asiste a donde debe ir
logra inclinar la cabeza, luego vuelve
una resaca, un pánico
ciertas bellezas.
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Muy buena esta poeta, Ya había leído algo en relación al género. Bellos poemas. Gracias. amelia
ResponderEliminarPeculiar estilo donde cada palabra cae en el lugar preciso de una máquina de relojería y marca un tiempo distinto a los conocidos.
ResponderEliminarExelentes poemas.
Celmiro Koryto