viernes, 3 de junio de 2011

OFELIA FUNES


OFELIA FUNES


EL COSTURERO

Cinco dedales en la pequeña caja
multicolor enjambre de hilos y trencillas.
Mi madre era una curva sosegada en la tarde.

Presagio sospechado
sombrero luminoso
perfume de alelíes.

Suave curva atravesada en el silencio
Pluma de garza hundida en la arena
entre sueños y dedales
y el frío,
el frío lamiendo las ventanas…

En un café de buenos aires

La tarde se inquieta
en la  mesa junto a la ventana
bajo el mantel  blanco de ausencia
y el perfume de vino maduro  ya no es
sino una chispa de luz en los cristales.

La tarde se estremece
ante la pequeña gota suspendida
temblorosa ante el roce de tu piel sobre la  mesa,
aquella, que  retumbó en el silencio de la tarde otra
cuando al rozar  tu piel sobre el mantel
se oyeron  ruidos de una noche de verano
y los grillos clamando por la lluvia.
                             Ofelia Funes

7 comentarios:

  1. Siempre me sorprende la simpleza de tus versos y la hondura que reflejan.
    Hay como piel de verano en cada estrofa que lentamente no importa si es un café de barrio o el costurero de mamá pero esa curva hace puente y nos une en la lectura.

    Ceelmiro Koryto

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  2. Poemas que traen presencias cotidianas y que nos regresan a la infancia. Hermosas imágenes.

    amelia

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  3. Ofelia, estos dos poemas tuyos son melancolía, recuerdo, vibración íntima de aspectos que permaneces guardados en un rinconcito de tu corazón. Siempre tus poemas resaltan la hondura de tu sentir y la plasticidad que no busca artificios.
    Andrés

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  4. Imagenes que aparecen en la lectura nos gratifican y nos transportan, me impactó la dulzura de la nostalgia, Carlos Arturo Trinelli

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  5. Letras de seda y a veces mojada son las delicadas letras de Ofelia. Arma los poemas como una orfebre. Una delicia su lectura.
    Felicitaciones.

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  6. mi madre era una curva sosegada en la tarde, oh, querida Ofelia, que maravilla. Me conmueven tus imagenes. Un abrazo grande y gracias por la poesía.

    Lily Chavez

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  7. Una puntada, una madre, dos ventanas en ambos poemas, desde donde llegarán y el frío y la ausencia.Ambos tan intimistas nombando a la madre y al amor, surcan, aprietan los sentimientos que a diario nos recorren a flor de piel. Una poeta con su palabra nos estremece, y nos sincera frente a la vida simple. Así también su decir. Afectuosamente. Marta Comelli

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