martes, 28 de junio de 2011

ANA MARÍA MATUTE




El niño al que se le murió el amigo

Una mañana se levantó y fue a buscar al amigo, al otro lado de la valla. Pero el amigo no estaba, y, cuando volvió, le dijo la madre:

-El amigo se murió.
-Niño, no pienses más en él y busca otros para jugar.

El niño se sentó en el quicio de la puerta, con la cara entre las manos y los codos en las rodillas. «Él volverá», pensó. Porque no podía ser que allí estuviesen las canicas, el camión y la pistola de hojalata, y el reloj aquel que ya no andaba, y el amigo no viniese a buscarlos. Vino la noche, con una estrella muy grande, y el niño no quería entrar a cenar.

-Entra, niño, que llega el frío -dijo la madre.

Pero, en lugar de entrar, el niño se levantó del quicio y se fue en busca del amigo, con las canicas, el camión, la pistola de hojalata y el reloj que no andaba. Al llegar a la cerca, la voz del amigo no le llamó, ni le oyó en el árbol, ni en el pozo. Pasó buscándole toda la noche. Y fue una larga noche casi blanca, que le llenó de polvo el traje y los zapatos. Cuando llegó el sol, el niño, que tenía sueño y sed, estiró los brazos y pensó: «Qué tontos y pequeños son esos juguetes. Y ese reloj que no anda, no sirve para nada». Lo tiró todo al pozo, y volvió a la casa, con mucha hambre. La madre le abrió la puerta, y dijo: «Cuánto ha crecido este niño, Dios mío, cuánto ha crecido». Y le compró un traje de hombre, porque el que llevaba le venía muy corto. ■



6 comentarios:

  1. El crecimiento siempre es doloroso. A veces, muy doloroso y si no se produce en un ambiente que lo sepa interpretar puede dejar intensas amarguras y entonces ya no juega más porque los juguetes son tontos. ¿Y que va a pasar con su imaginación, con el sentido de placer si los juguetes son tontos?
    Que pena da que quienes no pudieron crecer sean los encargados de educar a otros.
    Cristina

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  2. Perder la inocencia, aceptar la muerte,ver los juguetes como lo que son en realidad: pedazos de material sin valor...Eso es ser adulto, qué pena!!

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  3. El dolor de crecer avisorado en el abandono de los juguetes produce un dolor más fuerte que la propia trama. Carlos Arturo Trinelli

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  4. El tiempo pasa como un meteoro y la niñez nos abandona con sus juguetes. De la inocencia a la cruda realidad de crecer con la muerte.
    Apabulla la sencillez de la palabra y su final de torbellino.

    Celmiro Koryto

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  5. Maestra del cuento breve sobre niños y jóvenes, Ana María Matute nos deja un cuento que conmueve.

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  6. Cuando algun amigo muere lo mejor es tirarlo al pozo de los reuerdos, dentro de uno mismo, como sin saberlo bien hizo el niño. Desde allí fatal y felizmente aparecerá cuando menos se piensa.
    Me gusto.
    Graciela Urcullu.

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