viernes, 25 de junio de 2010

TERESA PALAZZO CONTI - Poemas

Soledad


Cónsul de POETAS DEL MUNDO en Buenos Aires. Fiscal Internacional de Derechos Humanos en defensa de la infancia afectada por la guerra y la pobreza. Medalla de Oro Acapulco 2008-Academia Mundial de Arte y Cultura-UNESCO. Invitada especial a STRUGA INTERNATIONAL POETRY EVENINGS, Macedonia 2009


                LETARGO 
                                    
del poemario LOS JUECES INVISIBLES      
                  
                            A un abuelo aburrido, en el
consultorio de kinesiología.


Sobre la palma abierta
del desgano
el anciano se abandona
a los ojos maduros de la espera.

Son los pasos distantes
y una silueta ausente de sí misma
le estafa los latidos.

Lo absorbe un intervalo
de universo y costumbre,
y etéreo y descarnado,
se va por algún trueno de la mente.

Un temblor insurrecto
magulla las líneas taciturnas de su máscara.

Otro infierno sin llamas
calcina todavía
su andar pecaminoso,
y olorosas de sol,
las raíces del nido
tejen un maraña de bordes y espejuelos,
donde empiezan a orar
los ángeles más viejos.

Sólo las cenizas del hombre
se acumulan por turno entre las manos.

Será un leve girar
y el polvo volará certero para hallarle los ojos.

La lengua de la tierra aguarda el alimento
y una estrella sin norte,
cava un pesebre de luz
desde la ciénaga.

       
             ABORTO

   Una masa que palpita,
   tizna de sangre
   el edredón confuso,
   y ya empieza a moverse,
   mancillada.


   Un envoltorio apenas,
   una forma inconclusa
   en un mundo que acecha,
   y despojos helados
   bajo este cielo amargo.


   Y se yergue la infamia
   para secar
   los jugos imperfectos
   que acaban de recibir
   sacudidas
   de luz.


   Una vez  más el Cristo
   se estremece,
   y un camino se tapia
   por no dejarlo
   SER.
                            ©Teresa Palazzo Conti
                                      
UTOPÍA

Si pudiera de golpe
arrinconar olvidos y semanas
junto a los nidos de agua
de mi secreta cáscara.


Si lograra arrojar
en las islas neutrales
las cenizas que muerden el árbol y las lágrimas,
y pudiera dejar que una ecuación rotunda
insertase su atmósfera de pétalo
en cada pabellón desamparado;
empapada de estrenos sobre un licor tardío
bebería las notas
de un festival de espigas y de vuelos.


Pero apenas soy sangre
que retumba en los muros
de la piel cotidiana,
y en mis hombros fatales
amamanto a una araña de sal
que desvaría.


                                                        T.P.C.
                                   Mención de Honor Georges Zanun Editores, 2008


4 comentarios:

  1. Cuando vi la foto de Teresa me hizo acordar a la actriz argentina Esther Goris (eso como comentario nomás) pero al margen de eso, su poesía es un martillo que cae sobre los sentidos, un sacudón, y a la vez cada palabra es una seda que cae, sutil, silenciosa.

    Lily Chavez

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  2. Teresa no tiene miedo de mostrar lo humano , a v eces girs o negro, tan sentido y tan bien escrito.
    MARITA RAGOZZA

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  3. Una mirada sensible y descarnada en tres expresiones del dolor y de ese surco ceniciento que va cubriendo parte de la vida.
    Un abrazo, desde Chile
    Juany Rojas

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  4. Esta poema me pareció increíble. Felicitaciones

    Santiago Esquivel

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