TERESA PALAZZO CONTI - Poemas
Cónsul de POETAS DEL MUNDO en Buenos Aires. Fiscal Internacional de Derechos Humanos en defensa de la infancia afectada por la guerra y la pobreza. Medalla de Oro Acapulco 2008-Academia Mundial de Arte y Cultura-UNESCO. Invitada especial a STRUGA INTERNATIONAL POETRY EVENINGS, Macedonia 2009
LETARGO
del poemario LOS JUECES INVISIBLES
A un abuelo aburrido, en el
consultorio de kinesiología.
Sobre la palma abierta
del desgano
el anciano se abandona
a los ojos maduros de la espera.
Son los pasos distantes
y una silueta ausente de sí misma
le estafa los latidos.
Lo absorbe un intervalo
de universo y costumbre,
y etéreo y descarnado,
se va por algún trueno de la mente.
Un temblor insurrecto
magulla las líneas taciturnas de su máscara.
Otro infierno sin llamas
calcina todavía
su andar pecaminoso,
y olorosas de sol,
las raíces del nido
tejen un maraña de bordes y espejuelos,
donde empiezan a orar
los ángeles más viejos.
Sólo las cenizas del hombre
se acumulan por turno entre las manos.
Será un leve girar
y el polvo volará certero para hallarle los ojos.
La lengua de la tierra aguarda el alimento
y una estrella sin norte,
cava un pesebre de luz
desde la ciénaga.
ABORTO
Una masa que palpita,
tizna de sangre
el edredón confuso,
y ya empieza a moverse,
mancillada.
Un envoltorio apenas,
una forma inconclusa
en un mundo que acecha,
y despojos helados
bajo este cielo amargo.
Y se yergue la infamia
para secar
los jugos imperfectos
que acaban de recibir
sacudidas
de luz.
Una vez más el Cristo
se estremece,
y un camino se tapia
por no dejarlo
SER.
©Teresa Palazzo Conti
UTOPÍA
Si pudiera de golpe
arrinconar olvidos y semanas
junto a los nidos de agua
de mi secreta cáscara.
Si lograra arrojar
en las islas neutrales
las cenizas que muerden el árbol y las lágrimas,
y pudiera dejar que una ecuación rotunda
insertase su atmósfera de pétalo
en cada pabellón desamparado;
empapada de estrenos sobre un licor tardío
bebería las notas
de un festival de espigas y de vuelos.
Pero apenas soy sangre
que retumba en los muros
de la piel cotidiana,
y en mis hombros fatales
amamanto a una araña de sal
que desvaría.
T.P.C.
Mención de Honor Georges Zanun Editores, 2008
Cuando vi la foto de Teresa me hizo acordar a la actriz argentina Esther Goris (eso como comentario nomás) pero al margen de eso, su poesía es un martillo que cae sobre los sentidos, un sacudón, y a la vez cada palabra es una seda que cae, sutil, silenciosa.
ResponderEliminarLily Chavez
Teresa no tiene miedo de mostrar lo humano , a v eces girs o negro, tan sentido y tan bien escrito.
ResponderEliminarMARITA RAGOZZA
Una mirada sensible y descarnada en tres expresiones del dolor y de ese surco ceniciento que va cubriendo parte de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo, desde Chile
Juany Rojas
Esta poema me pareció increíble. Felicitaciones
ResponderEliminarSantiago Esquivel