LIVIA HIDALGO
Raimundo Duncan
El arma antorchas romanas
y dibuja columnas griegas
en las paredes del atelier de la avenida Levillier.
El copia los vasos del Louvre
Y el cuerpo desnudo de ella
mientras baila
en los jardines de las Tullerías
entre las estatuas
Mientras ella baila
a la luz de la luna
una danza
que pareciera nacer
de una música invisible.
Mi vida
Ella lanzó un grito al vacío.
Ella lanzó infinitas veces
el grito a su corazón increíble
que lucha
todavía…
No hay Dios. No hay nada más
que tu propio espíritu…
-le había dicho la madre.
Ella no pinta cuadros
No compone música.
No escribe versos
Ella baila.
Un arte
en fuga de muerte.
Queda el lenguaje:
la traza de espuma que él puede alcanzar
sobre la arena del silencio.
Entonces, ella traza su grafía.
Su autobiografía.
De su libro: “Isadora jardín de invierno”
"queda el lenguaje" Livia, lo que acerca, y ojalá sea siempre lo que une. bella poética. susana zazzetti.
ResponderEliminarQUE BIEN PLASMADA LA VIDA DE ISADORA DUNCAN EN POESÍA! SE NOTA EL CONOCIMIENTO DE LA AUTORA SOBRE EL TEMA. FELICITACIONES
ResponderEliminarEDGAR BUSTOS.
Me encanta la poesía de Livia, tengo el libro por suerte, ya no se consigue en Córdoba. Es excelente - como dice el comentario anterior - el conocimiento de la autora sobre la vida de Isadora. Feliz de verla publicada.
ResponderEliminarAndrea Casas
Bueno, me satisface ver a Livia y sus poemas en la página. Una gran poeta pero algo más, un excelente ser humano, generosa al máximo, una hacedora a quien solo le importa llegar con la palabra, ayudar a otros en el intento de la poesía y eso es lo que la hace grande. Un abrazo
ResponderEliminarLily Chavez
Muy buena poesía, disfruto de la belleza de imaginar.
ResponderEliminarLalo Ledesma.
Livia, como comento Lily Chavez, es una gran poeta,un ser humano que ayuda a que los demas se abrab camino en la poesia,impulsandonos, a dar lo mejor de nosotros
ResponderEliminarUn abrazo