miércoles, 30 de junio de 2010

LUIS ALEJANDRO DE ANGELIS.

(Córdoba) . Su ronca voz modula cada palabra. Recita. Habla de la naturaleza, de los árboles, del árbol, y su voz vibra de emoción.  Admira a Atahualpa Yupanqui, su ciudad natal, la serranía.  Busca la libertad en la poesía.  Escribe como si las palabras surgieran desde el fondo de la tierra o desde el fondo de su propio corazón: ésto es lo que creo.  Yo lo conocí hoy, en el " 7º Encuentro de Poetas" realizado en James Craif, a solo 30 km. de Villa María, donde entre el frío y la neblina que se arracimaban en la calle, renació la voz del poeta. Al escucharlo, sentí que de su voz " fluían ríos musicales...!.  Obras: partició en diversas antologías.  Susana Zazzetti.
 
Pintura Paisaje Lienzo Triptico primavera
       
LA MUERTE DEL PINO
 
                                                               poema en homenaje al                                                           
                                                            
pino talado en Cosquín,
                                                         para ampliar el escenario.
 

Fue barro antiguo, liquen milenario
Quien lo plantó... niño,
sabía que pasado el tiempo
iba a ser madera.
Que su tallo al cielo, cual sílice
al llegar a adulto
como una guitarra
vestida de verde
se alzaría en cantos.
 
Cómo es que ha caído, el bello milagro
de agua y de sales
que en porfiada enfundia
se alzó hacia los vientos
y en noches de enero
engarzó sus hojas con hilos de lluvias...
De sonoras voces, arpegios y trinos
que en noble asamblea llegan...
año a año a entibiar el valle.
 
Desde sus alturas el " supay" contempla
como en esta historia, la barbarie humana
es igual que otrora.
Quien dictó su muerte ignoraba acaso
que en sus venas...
fluían ríos musicales,
que en sus poros...
habitaban trinos de los pájaros,
retumbos sonoros,
voces ancentrales.
Que de cuantos vienen buscando el origen
con palabras viejas en nuevas gargantas.
 
La esencia misma del paisaje trepa
hacia el azul del cielo que lo espera
para ofrecerle en su añil mortaja
la soledad de cantos que le aguarda.
 
Sus hojas ya no silban
como antes lo hicieron.
Yacen en la tierra como derrotadas.
Reptando, la lluvia les dice... viajemos...
Y ellas en silencio hacia el río avanzan.
 
   de "Plaqueta"

2 comentarios:

  1. El hombre de las sierras cordobesas, la mujer de las sierras, tienen un profundo y especial sentimiento hacia el verde, la montaña, los árboles, el río. Todos están allí con su presencia inigualable inspirádolos/nos historias de amor, este poema me recordó en su esencia uno escrito para un pino regalado por amigos, que por suerte esta creciendo sólido. Me llenó de ternura el texto bien tejido y expresando un profundo sentimiento hacia el árbol perdido. Hermoso poema. marta comelli

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  2. Luis, me conmueve esa unión de la palabra y la tierra, magnífico poema.
    Betty

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