sábado, 11 de diciembre de 2010

TANIA ALEGRÍA




VENDAVAL

Alguien está soñando que es un ramo
que se quiebra en la cruz de mi ramaje,
en el telón del sueño hay un aguaje
donde se ahoga aquél que me ha soñado.

A su sepulcro llevo años de llanto
reseco y escondido en los costales,
es niebla lo que opaca mi semblante
y lluvia lo que fluye de mis manos.

Un vendaval y yo y un muerto ajeno,
ambos sin equipaje ni apellido,
compartimos idéntica intemperie.

No sé si el sueño es mío o si algún muerto
desde su soledad sueña conmigo
y me ve triste dentro de su muerte.


CUANDO ESTOY TRISTE ME VUELVO ÁRBOL


Cuando estoy triste, cuando estoy muy triste,
se me brotan ramajes del costado,
sobre mi piel se extiende una corteza
y vigas de madera son mis brazos.
De mis cabellos cuelgan hojas mustias
sin esperanza verde en nuevos vástagos
ni consuelos de azul sobre la fronda
que el corazón dibuja en el espacio.

Cuando estoy triste, cuando estoy muy triste
nacen del cuenco agreste de mis manos
las almendras amargas del silencio
y una savia de hiel corre en los tallos.

Expuestos al rigor de la intemperie
dentro y fuera de mí tiemblan los pájaros
que anidan en las cruces de mi leño
de surcos boquiabiertos asombrados
de lo cuánto el dolor me vuelve espesa.

Cuando estoy triste me transformo en árbol.


SI TE VAS


Si tú te vas primero me suprimo
del escenario nuestro y absoluto,
mis pies se olvidarán de aquel camino
que lleva a nuestra casa, a nuestros muros.

Por si acaso te vas me desdibujo,
me vuelvo sombra de tu sombra, al borde
de las alas de un pájaro nocturno
he de emigrar hacia un lugar sin nombre.

Si me dejas envuelta en ese enorme
asombro que tus manos no atemperan
me incrusto en la madera de los robles,

me cambio en mineral entre las piedras,
me elimino de mí, borro mis trazos,
seremos tú y yo silencio exacto.


QUIEN MUERE

Para decir los cauces del absurdo
habría que esculpir nuevos vocablos
con talle de cincel, a fino trazo,
gráciles como juncos.

Pero si toca hablarnos con los puños,
el corazón y el verbo acorazados,
por no enfrentarnos con saeta y arco
mejor quedamos mudos.

Si aguzamos el filo de los sables
para asediar del pecho las almenas
y desangrar la carne,

más vale erguir un muro entre los verbos
porque de un lado al otro no se vea
quien se muere primero.

º º º º º

5 comentarios:

  1. TANIA!! Me gustaron los poemas, todos. Desde el inicio, desde los dos primeros versos "Alguien está soñando que es un ramo /que se quiebra en la cruz de mi ramaje".
    Y me ve triste dentro de su muerte. Así como ese, infinidad de versos me conquistaron. Me has sorprendido, te lo digo así, de una. Un abrazo grande y gracias Artesanías !

    Lily Chavez

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  2. He leído narrativa de la autora y vienen bien estos poemas para conocer su poesía. Diría que hay ideas filosóficas dentro del texto que le dan un valor adicional. Felicito a Tania!

    Pedro Altamirano

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  3. Soy yo la que percibo tristeza en estos versos de Tania.Una tristeza fecunda guiada por un lenguaje qeu crece fuerte como un árbol. Felicitaciones.
    MARITA RAGOZZA

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  4. Una nostalgia de agua y una fuerza sutil que se deslizan por mis ramas.
    No conocía tus poemas. Me comovieron Tania .
    Alegría de leerte. Beso. amelia

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  5. Tania, Tania, qué placer leerte, qué placer!

    Besosssssssssssssss

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