sábado, 19 de octubre de 2013

Marita Ragozza de Mandrini



INCERTIDUMBRE

Ni hadas ni ángeles somos
y en el laberinto
ni siquiera un minotauro
o un indicio.

invisible
la incertidumbre
nos cerca y angustia
y con ella  divagamos
a nuestro albedrío.

no hay certeza que vuelvan los pájaros

el dolor y los sueños arden bajo el sol
y el corazón tiembla ante la luna menguante

pero alguien enciende poemas

en  las arenas de la noche.

6 comentarios:

  1. Marita, quedé predida del final, me deslumbró.
    Abrazos
    Betty

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  2. ¿Cómo podemos salvarnos de la angustia de vivir? Dentro de nosotros están las presencias ocultas que dan lugar a lo siniestro. Cruzamos la misma calle y la ciudad nos enreda en su laberinto, y nada podemos hacer salvo tratar de comprender los signos del mundo, captarlos y vivirlos poéticamente.
    Las certezas quizás no lleguen, pero tendremos un espacio propio para estar allí y encender con la poesía. Vivir poéticamente es vivir la propia vida como una obra de arte, contingente, sí, pero lleno de posibilidades. Cada ser humano es un poema de Dios.
    Un poema muy actual y necesario, con la precisa belleza de tus letras.
    Un Beso.
    Alejo

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  3. pero alguien enciende poemas

    en las arenas de la noche......Esa sos vos Marita encendiendo la noche , los día con tu generosidad y ternura.
    Te abrazo amiga.Me encantó!

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  4. De veras vivimos en la inertidumbre y en la angustia. Y nos salva la poesía que, a veces, "enciende", dan luz.
    gracias por tu poema.
    Graciela

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  5. La incertidumbre se hace certeza en la belleza del texto y cunde en un final de esperanza.

    Siempre medida la palabra impacta.

    Celmiro

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  6. La poesía no puede ser certeza su magia anida en la ambigüedad de la sugerencia que alguien en ningún lugar encienda un poema y en tanto suceda la angustia será llevadera, otro poema para atesorar, saludos, Carlos Arturo Trinelli

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