sábado, 6 de julio de 2013

CELMIRO KORYTO



El amplio verde país de la mente

Mientras  las sombras se rascan la cabeza, desando la ciudad después del humo, en espera que todo se detenga.
Los obscenos manejos de la mente me llevan a pensar en ella siempre que veo un puesto de naranjas.
Uno desaparece completamente en los peligros acarreados por fumar en la cama…  También al  depositar dos saquitos de azúcar en el café, (por sentirle algún dulzor a la vida) y vivir lentamente los años de un gato
Paro en un bar y con el último café, como un pájaro al agua, beso la copa de brandy.
En la televisión, una mujer con voz metálica dice que el café y el alcohol dañan el hígado. Que se debe comer un yogurt de marca picho dos veces al día. Que eso purifica hasta los corazones sucios.
Voy al 00. Luego de mi ida urinaria, debo ponerme en puntas de pie para mirarme en el único triángulo no agrietado del espejo. Me veo, como de chico en la escuela,  tengo un rostro de nadie que puede pasar desapercibido si no abro la boca.
Hundido en ese olor a identidad perdida, pienso… Mientras, viajo de una estación a otra entre zapatos y botas  militares, sabiendo con certeza quién triunfa sobre quién.
Dejo caer al piso el hilo de una historia pero desaparece en las suelas de otros.
Ese hilo que suele confundirse en la confección de banderas y paños menores vistiendo a aquellos que pagan impuestos por vagabundear por la tierra o  por volar como una mosca hambrienta sobre la sopa.
En casa no concibo el sueño, cerrando los ojos veo y escucho  el coceo de los caballos de todo el mundo que mi mente sueña en la puerta de cada noche.
Así expongo mi tiempo, sin saber si me sobra.
Saben que no rezo y me reconocen por mis pies descalzos, más allá de mis ropas soy un pan que no crece sin levadura.
Siempre olvido ventanas abiertas y muñecas riéndose con su piel recién bañada, pero dejo descendencia salida de mi nada con su sangre por esencia.
Mi estómago, de madera húmeda, crece enfermo de cables y con los dedos mojados de nostalgia, sólo los verdaderos amigos sienten mi desesperanza.
En un bosque de árboles talados sigo siendo el único árbol desahuciado. En mi verdor, la soledad me mata de vergüenza. Sobre esta cima de olvido, las huellas que me graban, no tienen límite.

7 comentarios:

  1. "Dejo caer al piso el hilo de una historia pero desaparece en las suelas de otros.
    Ese hilo que suele confundirse en la confección de banderas y paños menores vistiendo a aquellos que pagan impuestos por vagabundear por la tierra o por volar como una mosca hambrienta sobre la sopa".

    La incomprensión del canto del poeta, ahonda su soledad, crece su desesperanza,la vulgaridad lo lastima. Vuelve los ojos y busca el único triángulo de un espejo no agrietado, para recobrar su identidad perdida, aquella que lo hace heredero de los dioses, el rey del paraíso.

    Gracias Celmiro
    Ofelia

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  2. Audacia expresiva que nos invita a ahondar en lo existencial: "vivir lentamente", la imagen que nos da el pequeñito espejo de un bar, " ser pan sin levadura" y todos los cables de la desesperanza.
    Es que el pragmatismo económico y técnico , como la adoración al éxito,lo empujan a buscar la sensibilidad que algunos no pierden, aunque sea esto una lucha o agonía.
    Excelente. Felicitaciones, Celmiro, y saludos.
    MARITA RAGOZZA

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  3. Un relato intimista donde el ser distinto se plantea como desmérito y sin embargo, la agudeza de las descripciones y reflexiones ponen al sujeto en el centro mismo de la sensibilidad estética, muy bueno, saludos, Carlos Arturo Trinelli

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  4. Texto increíble que amerita la metáfora como forma descriptiva incomparable. Muy bueno, me da ganas de transcribirlo para que los lectores lo lean una vez más...Pero elijo una frase:En un bosque de árboles talados sigo siendo el único árbol desahuciado.

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  5. Muy buen texto poético, metáforas que nos abarcan, imágenes sensibles y un cierto escozor agridulce, todo logrado breve y conciso. Gracias

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  6. Me encanta Celmiro , no te conocía esta faceta...increíble prosa poética!! Abrazo

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  7. Un viaje de media página por la vida, la muerte, la vanidad, el erotismo, el aprendizaje, el brote, siempre el brote verde deslumbrado entre los demás talados, y aún avergonzándose. El tono, el formato, el lenguaje pintan un pasaje nostalgioso y a ratos desolado de la vida, me repito, la vida, la vida. Me encantó. Felicitaciones al al autor. marta comelli

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