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| MARITA RAGOZZA DE MANDRINI | 
MUNDO SELVA
Llegó nocturno el día,
a destiempo la tarde.
Qué tardío el azul,
qué retrasado el cielo.
MÁXIMO SIMPSON
La intolerancia 
anestesia el corazón del
hombre.
La codicia  suelta sus huevos en mente y médula.
Sobre el altar del dinero se
fabrican 
bombas de hidrógeno,
nucleares, atómicas. . . . letales.
Dolor y pus en la carne.
En los sueños. En  la vida.
Lágrimas.
Gritos. 
Huesos quebrantados.
Imponerse al amigo, al
hermano, al otro.
Deriva de muertos en un
mundo-selva. 
La violencia reina  en los párpados de la tierra,
la flor rompe sus pétalos 
y florece la muerte en su
reverso.
¿Hasta cuándo 
se podrá evitar el dedo 
de las víctimas que acusan?
¿Hasta cuándo se podrá  cegar el ojo de la paz?
Marita Ragozza  De Mandrini

Marita, me reencuentro con tus letras...aquí, contigo en tu hacer desde el hartazgo, la pesadumbre y el dolor humano como proscenio infame.
ResponderEliminarcomparto contigo el abrazo, en la expectación tantas veces repetida en nuestra existencia, ante la destrucción humana como una maquinaria diseñada, necesaria y bien costeada para que "el mundo en su cresta más civilizada" siga su "justa marcha y camino"
Julio Taborda Vocos
Marita, conparto plenamente tus palabras, ya que la incomprensión, deriva del no querer ver el dolor que crea el pulsar del indice, en la dirección equivocada.En vez de buscar un abrazo.
ResponderEliminarSaludos
Marita querida , un poema realista , crudo , denunciante, pero subyace una dulzura ...como en tu rostro.
ResponderEliminarUn abrazo.
De verdad ¿Hasta cuando se pueden evitar los ojos, los dedos que acusan (o que consienten y se hacen complices?). Muy bueno. gracias.
ResponderEliminarGraciela U
¡Cuánta razón, Marita! La injusticia campea, las buenas causas son repudiadas por los déspotas, los reconocimientos son ignorados y luego "castigados". Enn tu lista hay bastantes injusticias que pasan de largo. Felicitaciones.
ResponderEliminarAndrés
Un alegato no exento de dulzura que utiliza a la poesía como prenda de paz, saludos, Carlos Arturo Trinelli
ResponderEliminarHOLA MARITA el ser humano repitiéndose en horrores siempre. Excelente trabajo. abrazos. marta comelli
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