miércoles, 5 de diciembre de 2012

Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez





           
JOSÉ GOROSITO TANCO Y EL DIBUJO DE AMADO NERVO
                                                        
                                  
Separados por el tiempo, unidos por la sangre y las letras:
                                  Al poeta José Gorosito Tanco en un aniversario más de
                                  su  partida.( 2 de julio de 1959- 2 de julio de 2012)

De acuerdo con un artículo recordando el medio siglo transcurrido del fallecimiento del periodista, poeta y escritor Amado Nervo, publicado en el Almanaque del Banco de Seguros del Estado de 1969, el autor de la “Amada Inmóvil” era admirado en todo el mundo hispánico al momento de su deceso, pero medio siglo después prácticamente no era leído. El autor del escrito expresaba textualmente, “hoy no lo lee casi nadie”.
Un poeta marcado por la simplicidad y la humildad, en algunas de sus últimos textos lo podemos apreciar claramente:
                                        Yo no sé nada de literatura,
                                         ni de vocales átonas o tónicas,
                                         ni de ritmos,
                                         medidas o cesura
                                         ni de escuelas.
¿Pero por qué murió el poeta nayarita en Uruguay? En 1918 Amado Nervo, recibió del Servicio Exterior Mexicano, el nombramiento de Ministro Plenipotenciario acreditado ante la República Argentina y la República Oriental del Uruguay.
En tierras orientales conoció y desarrolló una gran amistad con el orador y escritor Juan Zorrilla de San Martín; quien según algunos investigadores la misma tuvo una influencia decisiva en el vate mexicano para que se acercara en sus últimos momentos a la Iglesia Católica, de la cual había estado algo distanciado a pesar de haber realizado estudios eclesiásticos en su juventud, los que según algunos de sus biógrafos abandonó no por falta de vocación sino para dedicarse a la escritura.
El martes 20 de mayo de 1919 se dio a conocer que el diplomático mexicano estaba enfermo. Cristina, la hija del “poeta de la Patria”, me refiero a Juan Zorrilla de San Martín narra en la obra “Momentos familiares”, que el sábado 24 de mayo, el escritor con un hilillo de voz pidió ver el mar desde la ventana de la habitación del Parque Hotel en el que residía.
Instantes después a eso de las 9.30 de la mañana, el poeta se marcharía detrás de su amada Ana Luisa, inspiradora entre otros del poema “Mi secreto”, cuyo final les comparto:
                                      ¿Mi secreto? Te lo diré al oído:
                                      ¡Estoy enamorado de una muerta!
Al darse a conocer la noticia, la tristeza y el dolor fue compartido en ambas márgenes del Río de la Plata, llegando a su tierra natal, México y extendiéndose por toda Hispanoamérica.
Ese México al que describe en un pequeño pero muy profundo poema, que tenía la fecha al calce del 23 de febrero de 1915 y que fuera encontrado entre apuntes de su archivo personal:
                                                     Mi México
                                           Nací de una raza triste,
                                           de un país sin unidad,
                                           ni ideal ni patriotismo,
                                           ni optimismo es tan sólo
                                           voluntad, obstinación en querer
                                           con todos mis anhelares
                                           un México que ha de ser
                                           a pesar de los pesares
                                           y que yo ya no he de ver.
Los estudiantes y el pueblo uruguayo velaron el cuerpo del escritor en el atrio de la Universidad de la República (UDELAR). Allí llegó el presidente más joven de la historia del Uruguay, Baltasar Brum con sus Ministros a darle su último adiós al poeta y diplomático mexicano.
De los recuerdos uruguayos de su muerte quedan los escritos de la hija de Juan Zorrilla de San Martín, quien dice que su padre “lo ayudó a morir cristianamente”. El artículo de Carlos Sabat Ercasty, poeta y profesor universitario de literatura en la revista “Hiperión”, inspirado en la figura yacente del poeta.
Mientras que la única imagen artística es el dibujo que hizo un estudiante mientras contemplaba atentamente el rostro del poeta haciendo guardia de honor ante su féretro.
Este joven estudiante era José Gorosito Tanco quien tenía 20 años de edad y quien posteriormente sería médico, poeta nativista laureado a nivel nacional e internacional y representante nacional.
En dicho dibujo se destacaba la nariz aguileña y ese aire de serenidad de monje al que fuera adicto Amado Nervo según sus conocidos. El escritor y diplomático sería trasladado posteriormente en el buque Uruguay de la Marina de Guerra a México escoltado por barcos argentinos, brasileños, venezolanos y cubanos donde sería sepultado en la Rotonda de los Hombres Ilustres el 14 de noviembre de 1919.
Quizás el poeta pensó en su muerte cuando creo una de sus frases reflexivas: ¿Quién no sabe que en México seguimos al pie de la letra el precepto bíblico de alabar a los muertos”. A los vivos los elogiamos cuando pueden darnos algo.
                                  Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez
                                   


        





                                                      
             

No hay comentarios:

Publicar un comentario