sábado, 19 de octubre de 2013

Celmiro Korito


Sin hacer cuentas

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Nunca rompí ninguna ventana,
tal vez algunas reglas.
Tampoco alimente venganzas,
ni robé joyas ajenas.
Nunca quemé una casa
tampoco un granero.
Cortés no lacere corazones,
dejando  jaulas abiertas
y libres las emociones.
Siempre con esa inocencia,
de saberme culpable.
Florezco en el abandono
erguido entre los escombros
de espejos trizados
un aullido de furia desciende
salpicando las corolas
florecidas en las charcas del otoño
me rasco un ojo lejano
y como un girasol
miro caer el sol
así sé que otros sufren
más que yo

En este momento existo, simplemente
La segunda vida  la sueño,
del lado verdadero

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él camina
con la hierba hasta las rodillas
siente en la nuca
casas puntiagudas
nerviosas revierten
las torres del mismo hombre
que con mecánica mirada
hace sentir su soledad
sobre la nieve, el puente y, la copla
su lengua una calle silenciosa
sabe a café bajo los árboles
de un bosque desconocido
que expone un cuerpo de novia
de amor humedecido
ciertos ramales entrelazados
paren dos huevos similares
en nidos vacíos
y a media asta
un dedo lejos del corazón
eriza la piel
de una madeja descabellada



3 comentarios:

  1. Los poemas se detienen justo al borde del abismo de la negatividad sin esperanza. Con una lírica propia, algunos versos queman.
    Felicitaciones, Celmiro y saludos.
    MARITA RAGOZZA

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  2. Tener conciencia de soñar la vida del lado verdadero es todo un hallazgo poético y salva cualquier desazón, como siempre un placer dejar que tus versos me habiten un instante, saludos, Carlos Arturo Trinelli

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  3. Un bello poema de Celmiro. Contundente . Sostenido. Dejan el corazón "a media asta
    un dedo lejos del corazón
    eriza la piel
    de una madeja descabellada" Abrazo Celmi!!

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