jueves, 9 de septiembre de 2010

Teresa Iturriaga Osa

Teresa Iturriaga Osa

Teresa Iturriaga Osa, nace en Palma de Mallorca y desde 1985 reside en Gran Canaria. Es Doctora en Traducción e Interpretación por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y su investigación académica se centra en la traducción de la literatura, la publicidad turística y el periodismo de viajes. Ha colaborado en seminarios y proyectos de investigación europeos de la ULPGC, el CSIC y el Instituto Cervantes. En 2005 participa en el Congreso sobre los falsos estereotipos sobre el mundo hispánico en Europa, organizado por el Instituto Cervantes de París. Fuera del ámbito académico, ha publicado en prensa, revistas literarias y portales digitales como “Biblioteca Digital Letras Canarias”, “Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes”, “Aula Intercultural”, “La Casa que Grita”, “Baúl de Aire”, “Sendebar”, “La Tapa”, “Agenda Bohemia” o “Mugak”


Miraflor


Hoy he visto una yuca en flor
en medio del basural
                           y esa yuca en flor, abanico perfecto
de figura divina,
se me ha deshecho en lágrimas,
una rabia en cascada 
por el barranco de Miraflor.
No sabes cuánto habrías llorado, conmigo
recorre la vista
                         la herrumbre urbana
el patio de inmundicias donde una vez
alguien plantó la vida con esmero
y mucho tacto.


Ha pasado el tiempo
y los estercoleros han quemado los huertos,
las yedras irisadas que decoraban tu isla.
                Hubo, sí, hubo un tiempo de guirnaldas
y violines y timples y tambores,
pero la nada llenó las acequias de tinta inútil
y los ganados se mezclaron con lo humano
               hasta tal punto, hasta tal abismo, diría yo,
que la pista que ahora une el templo de Teror
con las costas de La Isleta
se ha cubierto de una pátina
               embriagada de excrementos, gris ceniza, hojalata
y mal gusto por doquier.


Ocho de septiembre
y ya repican las campanas,
                      ocho de septiembre
y el lamento de las veredas
se exprime
en las esquinas de los riscos,
aúllan su desconsuelo 
apagado de tabaibas, moribundo
circula el peregrino
                      de estación en estación,
su cuerpo desnudo en línea recta con el cielo,
los ojos puestos en la luz, cercado
por la sed del hormigón. 


5 comentarios:

  1. Hermoso como dice lo de la flor en el basural. Muy buenos. los ojos puestos en la luz, cercado por la sed del hormigón, las imágenes van llevando. Felicitaciones a la autora, se parece a una amiga de cara.

    Andrea Casas

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  2. Esto es muy bueno. A veces creo que no soy una lectora calificacda para estos contenido. Es sorprendente el peso de su introducción y uno se hace un poco caracol.
    Muchas ´gracias!

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  3. Hola, soy Teresa, la tejedora de estos desatinados versos de flores entre basuras. Quiero agradecerles sus comentarios. No se imaginan qué gratificante es compartir la escritura con la emoción de sus miradas. "Las imágenes van llevando"... "uno se hace un poco caracol"... ¡qué preciosa metáfora! Creo que es lo más hermoso que me han dicho en mucho tiempo. Gracias a los dos por su apoyo, un abrazo, Teresa.

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  4. De la luz vienen estos poemas, pero con el valor de la luz rescatada entre basurales, riscos y hormigones. Felicitaciones a la autora y ala Revsita por esta publicación.
    MARITA RAGOZZA

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  5. Un poema que conmueve, pues nos muestra una realidad que vemos a diario, ese arrasar con la tierra, ese ahogarla con desechos y entonces en su impotencia, a ésta no le queda sino llorar a través de los ojos de la poesía.
    Cariños, desde Chile
    Juany Rojas

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