VIII
Suelta la cara sobre la almohada,
se suelta,
los muslos se pegan al vientre del escriba,
cierra los ojos
y todo deviene página en blanco,
arena blanca
donde él se sumerge tantas veces
hasta recordarle el nombre de un dios
que se oculta entre los días.
El nombre sagrado que ella olvidará muy pronto.
XIV
Se abrieron las ventanas.
El viento armó las cortinas como velas.
Ël estiró su cuerpo.
Ella quedó fetal sobre las sábanas.
La pequeña muerte, dijo
o no lo dijo.
Los signos le pesaban sobre la mente en blanco.
Los cuerpos fueron cuerpos
y el vacío ocupó lugar
en la gargante.
de "Escrito en la espalda"
corresponsal Susana Zazzetti.
¿Que tiene Córdoba en el aire? Cuánta poesía! ¿Hacen algún rito con la respiración? Me gusta mucho todo lo "Escrito en la espalda". Felicitaciones y abrazo y gracias. Trifecta. Mercedes Sáenz
ResponderEliminarMuy bueno Su, gracias por la seleción y por tu esfuerzo. Tu eres la hormiguita que trabaja espero, Merci que no nos pase lo de la cigarra.
ResponderEliminarABRAZO- amelia