viernes, 12 de febrero de 2010

POESÍA: Aldo Oliva - La inmensidad de los cielos hostiles

bodegon

Aldo F. Oliva es uno de los grandes secretos de la poesía argentina. Nació en Rosario en 1927 y murió en la misma ciudad en 2000. Maestro de maestros (Juan José Saer reconoció reiteradas veces su influencia), Oliva publicó su primer libro a los 59 años: "Cesar en Dyrrachium". Luego siguieron "De fascinatione" (1997) y "Ese General Belgrano" (2000). En todos, la combinación indisoluble de lo alto con lo bajo, de los clásicos con los tangos cantados por Edmundo Rivero, generan una poesía insólita y singular que comienza de a poco a iluminar la producción de los nuevos poetas argentinos. Los poemas que ofrecemos, analizados por Sergio Raimondi, pertenecen a "Una batalla. Poemas inéditos. Poemas últimos. 1978/2000" (Aldebarán Ediciones, Rosario, 2002), de reciente aparición. Sergio Raimondi (Bahía Blanca, 1968) es, sin dudas, uno de los beneficiarios de las enseñanzas de Oliva. Publicó "Catulito" (1999) y "Poesía Civil", un libro programático de desafiante tono político e histórico, que se convirtió en una de las propuestas poéticas más interesantes y atípicas publicadas en 2000. Integra el equipo de la revista bahiense Vox.  (Selección de Artesanías)
''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''

Fresno

Arrodíllate, Fresno: serás ejecutado;
profusas, humildes ramínculas,
tajeadas cortecitas, apagada flor,
retorcido recato
vedan tu médula corrupta
y sabotea lo natural la justicia.
Ya lo cantaban los azahares desde el alba:
"muerte a quien no da vigor
al amo de la renta sometida.
Te enmascaras, Fresno, y simulas
tejerte en la bondad de las horas
que pasan; tienes astucia.
Pero la exhibición productiva
te arrasará, lo simple caducará".
¿Mienten, cantando, los azahares
desde el alba?

Heliotropo

El acto de piedad del heliotropo
en la niebla cerrada -instilar alucinado-,
ocultándose en el magma gris,
combate con saetas amarillas
la obsesión del giro de su propio fuego
y sesga de violento candor
la saña de su verde foliación hacia
la inmensidad de los cielos hostiles
que hollan la humillada tierra solar
para renacer en la especie.

Busquen la verdad

Bajo un circuito de ébanos
está enterrado un secreto,
ceñido por caballos de hierro
que oprimen con saliva circular
y ávida y temblorosa y agria
la zona críptica que esconden
violentas sectas hermeneutas, en necróticas
voces lanzadas a la revuelta.

Húndanse en esa sima límpidamente
oblada de añejos huesos,
solo allí hallarán el camino
vacío que gira drenando alucinado
la implosiva expansión
de la Nada.

Mi amada estanque azul huerto cabellos

fulgurante viva fluvial origen buscada reencontrada
como un islote un puente una manzana un tatuaje
en la noche hendida en la marmita en la estrella marina
en la mano párpado llamado reflejo de mi amada
en forma de estanque azul
de miel
de estornino
de gota de agua
de cabellos
regresamos una y otra vez al centro del fuego
del dolor
del huerto
la distancia la desgarrada higuera
y eternamente otra y eternamente igual
en la corriente en el llanto
salitre otoño alba rota soledad escondido silencio brisa furia
años sombra desventurado niño simiente
paredes de olvido lluvia y grito y casa
roja estancia andenes
te doblegas te curvas en tu fiebre antigua en tu costado
los dos solos devorando toda noche toda celda
súbito amanecer canal del sueño
lengua que disuelvo en mi silencio en mis dos puertos
tibio cuerpo llegada partida del mar polo irremediable
y humedecido y nadando entre cataclismos y lámparas y brazos
sin memoria sin nombre
abierto al dios que nos recrea
en cada espasmo de labios azules de piedras azules
en la nuca en la espuma en el purísimo rescoldo
desciendo al día primero a la primera mañana al aviso inicial
por tus ojos por tu boca por tu sexo penetro me despido
pierdo altura razón vidamuerte te tomo me disuelvo
y otra vez te amo soy el día cerca de tus hojas

''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''

3 comentarios:

  1. Cómo me gusta cuándo hacen estas selecciones, son brillantes, ejemplo puro de quién están hablando. Importantísimo. Un placer leer esta forma tan particular de escribir. Gracias y abrazo.
    Mercedes Sáenz

    ResponderEliminar
  2. Me gusta mucho Oliva, tiene un poema del Alcohol que es impresionante que llega al otro y lo traspasa. La selección en esta ocasión es también buenísima.

    Lily Chavez

    ResponderEliminar
  3. Un descuaje de todo academicismo, de toda sacralidad y asepsia la palabra de Aldo Oliva... De espesura y convulsión su rasgadura poética... Por este Estallido, hondamente, Gracias!

    ResponderEliminar