MI BLUSA
Miro mi blusa
violeta.
Soy su dueña hace
muchos años.
Doblo el cuello y si
lo renuevo
quizás recupere su
decrepitud.
Podría deletrear la
pelusa de cada bolsillo
aquella aureola que
no pude quitar del todo
esas manchas azules
de tinta
ese rasgón
recuerdo de un error
esas costuras sueltas
que no recibieron
cuidados.
Conspira conmigo
para seguir siendo objeto inocente.
No es fácil tramar
para matar lo oscuro.
Me fijo en sus
arrugas finísimas
es joven como mi
muerte y vieja como mi vida.
Me encanta el
deleite de desabrocharla.
(Alguna vez
soñé
que tu
lengua de seda la desmadejara
para hundirme
desnuda en tus brazos
con ese privilegio
de sentirme
pequeña e inmensa
a la vez)
Sale conmigo los fines de semana
a desmentir los
grises y opacos lunes
esto me hace feliz y
estúpida
pero con ella
mis versos
han prometido
contestarme
como las ranitas de
los charcos
Mi blusa es el
recuerdo de mi vida
en ella puedo palpar
mi historia
punto neurálgico
entre lo que escribo y muestro.
Espera con paciencia
las caricias y mis miradas escépticas
¿Querrá ser mi
mortaja?
Marita
Ragozza De Mandrini