sábado, 2 de febrero de 2013

María Galindo




Oración a la Virgen de los Deseos


Mujeres Creando, Bolivia

María Galindo (1964La Paz), es una psicóloga, locutora de radio y anteriormente presentadora de la televisión boliviana. Declarada lesbiana abiertamente, fundó Mujeres Creando en Bolivia, una asociación de mujeres de toda identidad sexual para enfrentar el machismo y la homofobia. Por sus controvertidas obras de arte fue detenida y agredida varias veces por la policía boliviana incluso junto a sus compañeras de trabajo también por dirigentes, en esta última cuando su hermano mayor era vocero del ex-presidente Carlos Mesa. Aunque poco conocida fuera de su ciudad, María Galindo es una persona polémica.  Actualmente reindivica los derechos de las personas homosexuales y de las mujeres que son víctimas del maltrato y acoso sexual provocada por el machismo. Tras la visita del presidente iraní a BoliviaMahmud Ahmadineyad, recibido por el presidente Evo Morales el 27 de septiembre de 2007, expresó una protesta en la cadena televisiva deUnitel, donde se refirió tanto al tema de la violación de los derechos humanos como a la persecución y ejecución a las mujeres y homosexuales.

Virgen de los Deseos,
Virgen de lo prohibido,
Virgen de la locura,
Virgen que cura toda amargura.
Estamos bajo tu manto,
hermanadas y revueltas,
indias, putas y lesbianas,
blancas, negras y mulatas.
Todas nosotras, cualquiera de nosotras,
todas despojadas de apellidos, sin adjetivos.
Cualquiera cabe en este regazo,
cualquier mujer rebelde, perseguida, buscada, criticada o señalada.
Somos todas bastardas,
somos todas hermanas.
Todas sin padre,
todas hijas de una misma madre.
Virgen milagrosa, fraganciosa y pecaminosa.
Tienes para tus pecados un altar distinto
en cada uno de nuestros cuerpos,
un perfume distinto fabricado
con cada uno de nuestros sudores,
un aura distinta con cada uno de nuestros alientos,
un canto distinto con cada uno de nuestros gemidos.
Virgen protectora de deseos y de luchas,
de esperanzas y de sueños.
Líbranos de racistas, homofóbicos, corruptos,
machistas, colonialistas y explotadores.
Libranos de obispos y curas hipócritas
que desde sus púlpitos usan la muerte de Jesucristo
para culpabilizar una vez más a las mujeres.
Avísanos cuando vengan.
Ocúltanos cuando nos busquen.
Confúndelos cuando nos encuentren.
Sujeta sus manos cuando nos golpeen.
Detén sus movimientos cuando nos violen.
Virgen de los Deseos.
Los predicadores te odian;
los curas y los obispos te niegan
mientras nos condenan a la obediencia y la sumisión.
Virgen de los Deseos.
Omitida de las teologías,
censurada por los evangelios
y prohibida en las prédicas.
Virgen peligrosa.
Virgen subversiva para todas las iglesias
y todas las religiones
Virgen inquietante para todos los fanatismos
y perseguida por todos los fundamentalismos.
Virgen de los Deseos.
Eres sembradora de rebeldía.
Con tu mano santa despiertas
la palabra en las mujeres mudas,
la alegría en las mujeres tristes
y la rebelión en las mujeres sometidas.
Por eso eres una virgen peligrosa y osada,
por eso eres una virgen expulsada de la mariología
compuesta de dolorosas, abnegadas y tristes vírgenes.
Virgen que te has cambiado los hábitos
negros, largos y pesados
por coloridos vestidos,
por prácticos pantalones,
por lindas minis.
Virgen autoliberada de la cruz
de cargar siempre con los muertos,
de cargar siempre con los vivos,
de cargar y cargar y cargar
todas y cualquier cruz.
Virgen de los Deseos.
Esclarecedora de todas nuestras dudas
Delatora de los dioses que quieren imponernos,
de los mandatos con que quieren atarnos,
de los miedos con que quieren sujetarnos.
Virgen que nos enseñas a no tener miedo,
a no callar, a no renunciar.
Virgen que nos enseñas a actuar
y rebelarnos cada día más y más y más.
Virgen que te encarnas
en las que nos enseñan a leer y escribir.
Virgen que te encarnas
en las que nos enseñan a amar y conocer
nuestro cuerpo.
Virgen que te encarnas
en las cocineras del banquete de la vida.
En las que siembran y cosechan frutas y verduras.
En las que amasan pan y hacen queso.
Virgen que te encarnas en las parteras.
Virgen que te encarnas en las aborteras
Virgen que te encarnas
en las que nos enseñan a creer en nosotras mismas
y amar lo que somos.
Virgen de los deseos,
tú sabes que el cielo esta vacío,
que la iglesia es puro poder,
pura hipocresía y pura dominación.
Tú sabes que su discurso es mentiroso
y que su caridad es falsa.
Virgen de los deseos huida de los altares,
huida de las prédicas,
huida de los catecismos,
huida de la confesiones.
Virgen de los deseos huida para desear
y enseñar el poder de desear.
Virgen de los Deseos que eres puro deseo,
pura libertad y pura esperanza
Haz que nunca muera en mi y en nosotras
el deseo de ser feliz
Haz que no me olvide, ni ninguna de mis hermanas,
ni viejas,
ni jóvenes,
ni pequeñas,
del deseo de buscar libertad, felicidad y dignidad
Aquí, abajo, ahora y en la tierra por siempre.
Amén…



5 comentarios:

  1. Audaz y develador poema . Un alegato imperdible a la Iglesia cuya base está en Roma y que no tiene que ver con las personas que creen y practican el cristianismo.
    Muy bueno , gracias Revista , otra vez se revela aquí la falta de perjuicios al incluir a esa muchacha.

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  2. Para quien quiera abrir los ojos y los oídos, la discriminación, la violencia y la exigencia de sumisión no son prerrogativas del cristianismo. Los judíos religiosos y los musulmanes son en muchos casos peores. La famosa primavera árabe tiene una consecuencia fatal para sus mujeres.

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  3. Sin querer , queriendo en cada poema hoy publicado en la revista nos enfrenta con la voz más erguida y fuerte de las mujeres que utilizan la palabra como baluarte de su libertad y decisión
    a denunciar el libertinaje de todos los tiempos.
    Un poema que es una rezo.
    Celmiro

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  4. Tal como dice Celmiro, yo sentí el poema como una oración reveladora e inteligente. Afectuosamente. marta comelli

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  5. El sojuzgamiento y el atropello milenario de nuestra condición femenina, donde el poema levanta la voz con el clamor de una plegaria.
    La sumisión nuestra de cada día . . .
    Felicitaciones a la autora.
    MARITA RAGOZZA

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