lunes, 9 de abril de 2012

Ernesto Ramírez


globalización

Cuando despertó, los huevos del dinosaurio eclosionaban a millares…
                             
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una curda divina

con un golpe de kárate partió el glacial perito moreno en cuatro introduciendo los cubos helados en el valle de katmandú antes había arrancando a escocia y la exprimió encima hasta llenarlo dejándola recostada al monte everest acto seguido asió el valle desbordado de escocés por las laderas externas y balbuceando un “a mi eterna aburrida salud” bebió de un trago tras lo cual tornó a llenarlo arrojando escocia al océano y repitiendo el brindis lo empinó a fondo blanco para luego aventar katmandú al infinito hipando tambaleante sobre el puto mundo.
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recibimiento

“Eres un sapo asqueroso que se la pasa bebiendo y fumando. Y tú una maldita víbora que destila veneno. Eres un perro borracho e impotente…Impotente yo? Paf, paf, -fuerte zangoloteo. Mal tratador hijo de puta. Calla puta arrastrada. ¿Puta?…Paf, paf, -zangoloteo leve. ¡Perra, la próxima vez te mato!” Así cada semana desde Navidad hasta hoy, primer día de primavera, en que lloré al conocer sus rostros.   
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cuento infantil de terror

Las conejas su celo libremente brindaban. Mientras satisfechos, los conejos en la hierba retozaban. Entonces apareció una bandada de consejos negros recién salidos de un gran horno de adusta y célibe cocción. Aprovechando la paronimia se mezclaron dedicándose a joder a su manera. Por el extremo contrario, como es su costumbre. Los consejos se procrearon a granel hasta encerrar el libre albedrío. Y los conejos se abstuvieron del coito natural y saludable. Practicándolo solamente precedido del aconsejable contrato que obligaba a la hembra a entregar sellado su señuelo. Victoriosos y según su jerarquía los consejos se repartieron la campiña. Dominando los criaderos mediante un horno referente ubicado en el medio desde el cual, con fervientes y sesgados sermones, todo lo tergiversan.  
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4 comentarios:

  1. Breves pero contundentes estos micro relatos disparan una sonrisa y dejan un dejo amargo, mi preferido "una curda divina", saludos, Carlos Arturo Trinelli

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  2. Con la semi-clonación de un clásico de Monterroso, estos breves de Sañoram hacen sonreír. Comparto a Trinelle: una curda divina es eso...divina.

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  3. Has logrado una sonrisa ( sorprendida) Ernesto, no conocía tu polifacético humor ¿Tendrá algo que ver la importancia de llamarse Ernesto?
    Saludos .
    amelia

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  4. Una curda divina que adivina la geográfica beódica es mi preferido...
    Con relación a Monte- rosso otra nueva y mejorada eclosión
    Eso de los conejos y los consejos se reproducen tanto que ya me están llenando la pantalla...

    Cortos que entretienen.

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