jueves, 28 de abril de 2011

HORACIO FIEBELKORN - poeta



Nació en La Plata en 1958. Vive en Buenos Aires. Publicó “Caballo en la catedral” (Ediciones El Broche, La Plata, 1999) y “Zona muerta” (La Bohemia, 2004). Integró una antología de poetas platenses en 1998, y la “Antología de poesía erótica argentina” (Editorial Manantial, 2002). Fue co-editor del tabloide de poesía “La Novia de Tyson”. Fue parte del grupo editor del tabloide de poesía “La novia de Tyson” a fines de los 90. Condujo los programas radiales “El cazador americano” y “La hora de los magos”, por radio Universidad de La Plata. Fue colaborador de la revista Humor Registrado en los años 80. Integró las antologías “36 poetas” (La Plata, editorial La Comuna, 1998), “Poesía erótica argentina” (2002, Buenos Aires) y “Naranjos de fascinante música” (Poesía amorosa de La Plata, 2003).

Korsakov Avenue
A medida que caminaba
iba olvidando el lugar de cada paso previo
y al volver para fijarme olvidaba
hacia dónde me dirigía. Y el tiempo pasó
y me convertí en olvido de pies a cabeza.
De hecho, no soy yo el que relata esto, sino otro,
a quien algo le contaron, porque
no recuerdo nada, ni siquiera el nombre
de mi biógrafo de circunstancia
que tal vez esté mintiendo porque repite
lo que le dicen gentes que no conozco
y dudo haber visto alguna vez.
  Humo menor
Y ves los túmulos de hojas secas
a metros de esos chicos de guardapolvo
que se hamacan en la plaza.
Es un mediodía cualquiera, y los juegos
ocurren entre risas, abrigos, vendedores.

Del amarillo al gris las hojas
se vuelven humo en delgadas columnas.

Del gris al azul el humo
sube a la nube, se arruga y
desaparece.

No estuviste acá, en el lugar
donde no está lo que antes
parecía, y tampoco
el que creyó mirarlo y ahora
se pierde entre el humo que fuga
hacia el vacío.

Todavía

Todavía está por responder una pregunta
hecha dos décadas atrás, que lo dejó
paralizado.
Con un poco de suerte, en quince años más
podrá explicar lo que le ocurre
esta misma noche.

El sueño

El hombre que se sueña
en un coche en medio de la ruta,
advierte que ya no hay combustible
y se esfumaron el volante
y las puertas. No hay más salida
que despertar una y otra vez para huir
de ese auto sin nafta,
sin puertas ni volante.
Las escenas que van quedando atrás
bordean rosales y limoneros de los que cuelgan
algunas cartas y fotos que muestran
varios juegos de muebles,
un domingo de sol,
y autos usados de marcas diversas.


4 comentarios:

  1. Buenos poemas,Todavía es el que más me gustó, quedé pensando en esas respuestas que nunca llegan.

    Pedro Altamirano

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  2. Bella manera de expresar las incertezas. Gracias Horacio y felicitaciones.
    Graciela Urcullu

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  3. Preguntas sin repuestas , quizás la encontremos en los sueños , o en las volutas de humo.
    Me gustaron, gracias .
    amelia

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  4. En ese va y viene de presentes y de ayeres /del
    estar y no estar /evapora el humo de la letra /para que hurguemos su ceniza
    Me encanta su estilo que afirma sin afirmar comprometiendo al lector.

    Celmiro Koryto

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