Korsakov Avenue
A medida que caminaba
iba olvidando el lugar de cada paso previo
y al volver para fijarme olvidaba
hacia dónde me dirigía. Y el tiempo pasó
y me convertí en olvido de pies a cabeza.
De hecho, no soy yo el que relata esto, sino otro,
a quien algo le contaron, porque
no recuerdo nada, ni siquiera el nombre
de mi biógrafo de circunstancia
que tal vez esté mintiendo porque repite
lo que le dicen gentes que no conozco
y dudo haber visto alguna vez.
Humo menor
Y ves los túmulos de hojas secas
a metros de esos chicos de guardapolvo
que se hamacan en la plaza.
Es un mediodía cualquiera, y los juegos
ocurren entre risas, abrigos, vendedores.
Del amarillo al gris las hojas
se vuelven humo en delgadas columnas.
Del gris al azul el humo
sube a la nube, se arruga y
desaparece.
No estuviste acá, en el lugar
donde no está lo que antes
parecía, y tampoco
el que creyó mirarlo y ahora
se pierde entre el humo que fuga
hacia el vacío.
a metros de esos chicos de guardapolvo
que se hamacan en la plaza.
Es un mediodía cualquiera, y los juegos
ocurren entre risas, abrigos, vendedores.
Del amarillo al gris las hojas
se vuelven humo en delgadas columnas.
Del gris al azul el humo
sube a la nube, se arruga y
desaparece.
No estuviste acá, en el lugar
donde no está lo que antes
parecía, y tampoco
el que creyó mirarlo y ahora
se pierde entre el humo que fuga
hacia el vacío.
Todavía
Todavía está por responder una pregunta
hecha dos décadas atrás, que lo dejó
paralizado.
Con un poco de suerte, en quince años más
podrá explicar lo que le ocurre
esta misma noche.
El sueño
El hombre que se sueña
en un coche en medio de la ruta,
advierte que ya no hay combustible
y se esfumaron el volante
y las puertas. No hay más salida
que despertar una y otra vez para huir
de ese auto sin nafta,
sin puertas ni volante.
Las escenas que van quedando atrás
bordean rosales y limoneros de los que cuelgan
algunas cartas y fotos que muestran
varios juegos de muebles,
un domingo de sol,
y autos usados de marcas diversas.
Todavía está por responder una pregunta
hecha dos décadas atrás, que lo dejó
paralizado.
Con un poco de suerte, en quince años más
podrá explicar lo que le ocurre
esta misma noche.
El sueño
El hombre que se sueña
en un coche en medio de la ruta,
advierte que ya no hay combustible
y se esfumaron el volante
y las puertas. No hay más salida
que despertar una y otra vez para huir
de ese auto sin nafta,
sin puertas ni volante.
Las escenas que van quedando atrás
bordean rosales y limoneros de los que cuelgan
algunas cartas y fotos que muestran
varios juegos de muebles,
un domingo de sol,
y autos usados de marcas diversas.
Buenos poemas,Todavía es el que más me gustó, quedé pensando en esas respuestas que nunca llegan.
ResponderEliminarPedro Altamirano
Bella manera de expresar las incertezas. Gracias Horacio y felicitaciones.
ResponderEliminarGraciela Urcullu
Preguntas sin repuestas , quizás la encontremos en los sueños , o en las volutas de humo.
ResponderEliminarMe gustaron, gracias .
amelia
En ese va y viene de presentes y de ayeres /del
ResponderEliminarestar y no estar /evapora el humo de la letra /para que hurguemos su ceniza
Me encanta su estilo que afirma sin afirmar comprometiendo al lector.
Celmiro Koryto