martes, 19 de abril de 2011

XAFIER LEIB’S - kuntur



- Qu’est ce que c’est?
- Un avion !
- Une aigle !

Los gritos de los transeúntes se entremezclaban en medio de la batahola habitual de la Place du Trocadéro. Los ojos en el cielo, algunos con las manos arqueadas sobre los mismos, como si de esta manera agudizarían la vista.
Intentaban descifrar la naturaleza de un objeto volador que planeaba muy por encima de sus cabezas y aún así, a la distancia, su tamaño parecía importante.

Desde lo alto el cóndor se dejaba llevar por las corrientes de aire húmedo, tan extraño para su plumaje habituado a los secos cielos andinos. Con su mirada penetrante escudriñaba los seres que se movían abajo, en el suelo.

- Excuse me… please take photo… with bird – balbuceó un turista de origen oriental entregando una cámara de fotos a un joven que estaba imitando con sus brazos las alas abiertas del ave.

Los destellos de las cámaras  molestaban. Decidió cambiar el rumbo y dirigirse hacia la Torre Eiffel. Le pareció un lugar propicio para detenerse a descansar. Aleteó una, dos, tres veces como para empujar un poco aquel aire espeso, condensado alrededor de su cuerpo, suscitando exclamaciones de asombro por parte del público que lo estaba siguiendo.

La torre fue evacuada en cuestión de minutos. Con todos los rumores de amenazas terroristas que corrían últimamente en el país, las fuerzas de seguridad no quisieron tomar ningún riesgo. Si bien probablemente se trataba de un tipo de ave extraña escapada de algún zoológico cercano, era sabido que los fanáticos usaban cada vez métodos más sofisticados para alcanzar sus tenebrosos objetivos.

Infinitas cadenas de montañas, alturas silenciosas y aquel aire frío omnipresente, omnisciente. Ya se imaginaba los titulares de los diarios parisinos: desde un simple “cóndor en los cielos de París” hasta “Vultur gryphus sobrevolando Lutecia”.

Sobre la base de la torre ya se había aglomerado una multitud de camionetas de diferentes tipos, desde policías, bomberos y ambulancias, hasta periodistas y expertos del Ministerio de la Salud. En la televisión el Ministro del Interior aseguraba a la población que la situación estaba bajo control y que muy pronto “aquel pájaro fugitivo” volvería a su lugar. Cuando le preguntaron si algún zoológico había denunciado la fuga de un animal de aquella índole, el ministro respondió vagamente que aún era temprano para sacar conclusiones.  
En el pie de la torre un escuadrón especial de la policía nacional formó una zona cerrada. Un auto de vidrios oscuros avanzó hacia el centro de dicha zona y del mismo salió un hombre munido de un chaleco antibalas y un altoparlante.

- S’il vous plaît, je vous demande de descendre d’immediat pour regler cette situation sans violence.

El ave en lo alto de la torre parecía no reaccionar a dichas palabras.
En ese instante se acercó un hombre de la Alta Autoridad de Zoológicos.
- Il s’agit d’un oiseau monsieur. Je ne pense pas qu’il comprenne le français.

Luego de una breve consulta telefónica, el hombre con el altoparlante se dirigió a los hombres que estaban apuntando sus armas hacia la cima de la torre y gritó:

- Tirez !

Los policías dispararon varias veces. El ave desplegó sus majestuosas alas que fueron agujereadas por un centenar de balas. Sintió cómo el aire húmedo se colaba por las numerosas perforaciones. Comenzó a caer.
La gente abajo lo siguió con la mirada, un ave de tamaño importante que iba cayendo y a medida que se acercaba hacia la gente, su tamaño disminuía hasta que desapareció por completo, justo por encima de sus cabezas, dejando en el aire unas plumitas marrones que bien podrían pertenecer a un gorrión.  

8 comentarios:

  1. Muy bueno lo de Xafier.
    Lo estaba extrañando.
    amelia

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  2. A partir de un grotesco el autor nos muestra el absurdo abuso de la fuerza que genera el temor a lo desconocido. Carlos Arturo Trinelli

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  3. Un cóndor perdido en la inmensidad de Paris!! Pero como buen sudaca los embromaste a los franchutes, muy bien hecho! Bravo por el águila sudamericana!!

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  4. Un condor à l'emplacement inapproprié et nous apporte une histoire qui tombe du ciel, nous serons enchantés de leur lecture.

    Celmiro Koryto

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  5. Coincido con Trinelli. Para quienes hemos visto grandes despliegues de fuerza alrededor de un hombre solo , desarmado y casi un niño es inevitable: vemos aquí una metáfora.
    Desde el comienzo, desde ese aleteo desesperado por no poder salir de un clima que rechaza.
    Quizás alguien le dio una dirección falsa como trampa.
    Muy lindo
    Cristina

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  6. Como es habitual, Xafier, lo grotesco se une a lo trágico, la trama es una metáfora de los tiempos modernos y vos, desde París, nos mostrás tus progresos idiomáticos. Gracias por colaborar,sobrino.
    Ave

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  7. Xafier, disfruto de tu narrativa, también extrañaba tus escritos y no más comentario, lo han dicho ya otros comentarios.

    Lily Chavez

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  8. Hola Xafier. El hombre en tu cuento, tratando de descifrar la naturaleza. Luego suponiendo y elaborando supuestos sobre lo que desconoce. Y entonces, el miedo a la desconocido. Y allí nomás, el abuso de poder para demostrar quien tiene los huevos y la gallina. Y arriba, en la inmensidad de los cielos, un ave que sin preocuparse de lo que hay abajo, les habla de la libertad. Me encantó la imagen. Todavía me lastiman los agujeros en las alas por donde pesaba el aire...ElsaJaná.

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