martes, 19 de abril de 2011

OFELIA FUNES - poeta



LA ÚLTIMA PÁGINA


Caminé al borde del río
me senté a la vera del camino
anochecía
cuando me quité el calzado.


Tendida sobre la hierba
con olor a tormenta
besé la tierra de mis padres
y escribí la última página

no me busques
nunca me fui
siempre estuve
sólo esperaba
el ruido de tus pasos.



AQUÍ *

                                                      “ La muerte en una buhardilla no es para nuestra época” 
                                                       Nadiezhda Mandelstam, “Contra toda esperanza. Memorias”.


* La rusa Nadiezhda Mandelstam (1890-1980), esposa del célebre poeta acmeísta Ossip Mandelstam, describió en sus memorias (Contra toda esperanza) los sufrimientos de los intelectuales que en su país fueron acorralados por el terror estalinista. Su marido, exiliado en Voronezh, falleció cuando lo trasladaban a Siberia.

 
Mi aliento humedece el espejo
estoy  anotada en el siglo
palpo mi cuerpo engarzado
en el óxido de la piedra
en la mísera gota de agua

No puedo volver los ojos.
No puedo volver los ojos
sino a la tierra
al silencio que me nombra
al camino que estremece.

Con la frente inclinada
mis pies  en el hueco del árbol
veo mis lágrimas como un río hasta las raíces 
encender la piel de la aurora

No puedo volver los ojos sino a la tierra
árbol cántaro diáspora 
aquel reclamo que retumba
aquel silencio que me nombra noche 
con los pies desnudos.

‘’’’’’’’’’’’’’’’’’''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''

*Un fragmento de Contra toda esperanza:

Durante el invierno, Voronezh era un vasto y compacto campo de hielo siempre resbaladizo, como dice Ajmátova en su poema: “De cristales de roca que piso tímidamente”… Ni siquiera en las grandes ciudades, que nos estaban prohibidas, seguían existiendo los porteros provistos de palas y arena. Mandelstam no temía ni al viento ni al hielo. A veces la ciudad le encantaba, pero la mayor parte del tiempo la maldecía y anhelaba escaparse. Le atormentaba estar encadenado a un lugar fijo como si estuviese tras unas puertas cerradas. “Por naturaleza soy un hombre que espera”, decía, “y encima me mandan a Voronezh para que pase esperando todo el tiempo”... En efecto, nuestra vida se reducía a una espera constante: esperábamos dinero, la respuesta a una carta o a una solicitud, un gesto magnánimo o la salvación… Pero nunca conocí a una persona que viviese con tanta avidez el presente como él. Percibía casi físicamente la dimensión del tiempo, de cada minuto de esta vida. En ese sentido era la más completa antítesis de Berdiaev, quien decía que jamás pudo resignarse al tiempo y que toda angustia expresaba la nostalgia de la eternidad. Creo que para todo artista la eternidad se hace perceptible en cada instante que existe y transcurre, instante que él detendría encantado para hacerlo aún más perceptible. La nostalgia del artista no es producida por el anhelo de eternidad, sino por la pérdida temporal del sentimiento de que cada segundo tiene volumen, es ubérrimo, está lleno de sentido y equivale, por sí mismo, a cualquier eternidad. En la angustia, como es natural, se originaba el sentimiento del futuro y Mandelstam se convertía en el hombre “que espera”.

NADIEZHDA MANDELSTAM
Fragmento del libro 
Contra toda esperanza (Alianza Tres; Madrid, 1984). Traducción: Lydia K. de Velasco. (editado por Artesanías Literarias)

7 comentarios:

  1. Como siempre bien lo tuyo Ofelia, siempre, siempre me causa mucho placer leerte. Y esta bueno este engarce entre tu poesía y lo de Nadiezhda Mandelstam. Un abrazo

    Lily Chavez

    ResponderEliminar
  2. Gracias Ofelia , aprendí mucho. Definitivamente el primero, y la primera estrofa me llegan al cuore.
    amelia

    ResponderEliminar
  3. Ofelia sorprende, es buscadora de temas nuevos y nos entrega sus visiones poéticas sobre el escribir la última página desde las raíces de la vida También el sentido de la diáspora, el vivir el presente, esperar, la memoria. . . Toda una conjunción lograda para un viaje nuevo con la lectura.Felicitaciones a la autora y a la Revista.
    MARITA RAGOZZA

    ResponderEliminar
  4. Hay viajes, que finalizan en la última página leída y otros, comienzan contra toda esperanza.
    La comunión de los textos conmueven por su excelente lenguaje dolido e inquietante.

    Celmiro Koryto

    ResponderEliminar
  5. "En la angustia, como es natural, se originaba el sentimiento del futuro y Mandelstam se convertía en el hombre “que espera”.".
    Ofelia es una poeta que escribe con sensibilidad, que envía párrafos y poemas que penetran debajo del epitelio y llegan al corazón...
    "no me busques
    nunca me fui
    siempre estuve
    sólo esperaba
    el ruido de tus pasos".

    Magnífico, Y gracias Ofelia.

    ResponderEliminar
  6. La poesía como ariete para develar, mostrar con una sensibilidad que conmueve, Carlos Arturo Trinelli

    ResponderEliminar