jueves, 8 de septiembre de 2011

GERARDO PENNINI


GERARDO PENNINI

Un Inédito De J.L.B

Fué en uno de esos maravillosos vagones eduardianos del tren Barcelona- Berlín que escuché la más interesante exposición sobre las palabras, o mejor dicho, sobre la evolución del lenguaje. Más acertado sería decir evolución de ciertos lenguajes.
Frente a mí viajaba un ciudadano austríaco que se presentó como Raowulf Hledokpf, bombero de la ciudad de Klagenfurt. Esta ocupación y la discreta renta que le proveía una herencia disputada desde Carlos Habsburgo sobre la propiedad de un molino en Brujas, le permitió dedciarse a su modesta obsesión: Demostrar que las distancias exactas entre las ciudades de Trieste, la misma Brujas, su propia ciudad natal, Barcelona y Monte Cinto en Kalisté (o Córcega) trazando líneas rectas según ciertos ángulos mencionados por Maimónides y Averroes, dibujaban sobre Europa una Estrella de David que según los textos que Raowulf, bombero de Klagenfurt decía haber consultado, debía estar jalonadas por ciertos reservorios de muestras y ejemplos de la evolución de cinco palabras fundamentales al desarrollo de todas las lenguas occidentales modernas.
Ya había logrado interesarme en su discurso cuando puso en duda, citando a Sofronio, Hammurabi e incluso pensadores más antiguos; la necesidad de que el foramen magnum alzanzara la postura vertical para que se formara una guttta, gola o garganta capaz de portar las cuerdas vocales y el aparato fonador que produciría finalmente sonidos articulados y organizados.
La primera investigación la realizó el austríaco entre las ruinas de la ergástula de Gala Plascidia en las llanuras del Samnio. Con un trozo de cerámica o mutivo laterae, luego llamado mosaico, huyó a su casa donde ya había comenzado a instalar un muy rudimentario laboratorio.
Los caracteres samnitas del mosaico coincidieron con una banda de seda, rasgada del baptisterio de Václava kláštor, en Eslovaquia, donde casi pierde la vida al saltar por un vemtanal a cuarenta metros de altura. Coincidencia es una manera de decir, simplificando la unicidad de significado de tan diferentes caracteres de escritura, que sin embargo producían el mismo sonido.
Y Raowulf ilustraba la conversación emitiendo con gran exactitud, debo decir, los fonemas samnita, latín y eslovaco correspondientes sin duda a un mismo concepto linguistico.
El viaje dsicurrió así muy agradablemente, y ya próximo nuestro destino en Berlín, le pedimos al ameno interlocutor que nos dejara un resumen o redondeo de su trabajo, algo más simple para nuestra comprensión de legos.
El bombero de Klagenfurt marcó entonces la síntesis sobre un ajado mapa escolar coloreado a mano. Cinco eran las ciudades donde debía profundizar la búsqueda hasta encontrar aquellos ocultos archivos de palabras, aunque bien sabía que en algún caso sólo encontraría sonidos, como sucedió en Monte Cinto dado que era una cumbre desolada.
Cinco eran los conceptos linguísticos cuyos rastros había comprobado:
Peth- Sache – Ding- Oben –Síos
En lo personal, me pareció un grotesco esfuerzo por hacer coincidir los cinco puntos cabalísticos, cinco ángulos y cinco sonidos primordiales. Bastante decepcionado me despedí y abandoné el coche comedor donde habíamos rematado la charla con puros y cognac.
Meses después, al regresar a mi tierra natal por adpción, el primer diálogo que escuché en el muelle fué
-        ¿Y la cosa?
-        ¿Qué cosa?
-        La de abajo
-        Encima del coso
-        ¡Ah!

Bastante más de cinco palabras, Raowulf de Klagenfurt tenía razón en cuanto a la evolución.  ■

6 comentarios:

  1. Atrapante !!!!

    Debería leer la trisección vencida,por los ángulos......

    Bravo, Liliana.

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  2. Mientras haya personas que investigan los orígenes, no importa si de la lengua, la humanidad o las estrellas, todos los cosos que estamos sentados en la cosa esperando que algo pase, no perderemos las esperanzas. Me hubiera gustado seguir leyendo y tal vez descubrir que esos puntos en el mapa dibujan un gran asigno de interrogación...BrAvo, Penini

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  3. Un paseo por la historia fónica de ciertos ángulos del mundo donde la lengua cumple más que un rito y ciertas palabras su cometido.
    Muy interesante
    Celmiro

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  4. El autor atrapa con la prosa colmada de artificios para rematar con un final que deja al lector con una mueca parecida a una sonrisa, Carlos Arturo Trinelli

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  5. Gerardo, apreciado amigo y compinche: me alegra enormemente tenerte con nosotros en la revista. Hombre de teatro, escritor e incluso poeta, tus magníficos aportes son una gratificación para la lectura. Abrazo,
    andrés

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  6. Me encantó ...y me hizo reir , por lo del coso, preguntas y respuestas quedan flotando.
    Muy bueno, gracias.
    ameli.

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