FERNANDO IWASAKI
“La casa embrujada”
(Ajuar funerario, 2004)
Hacía muchos años que nadie pasaba una noche en la vieja mansión. Decían que una aberración se arrastraba por sus corredores y que todos los descendientes de aquella decadente familia estaban malditos. Los ancianos se persignaban, las mujeres gemían y los hombres blasfemaban. Sin embargo, los dueños querían venderla y yo acepté pasar la noche para acabar con su leyenda siniestra, porque mi ambición siempre ha superado a mi cobardía.
Los estragos del abandono eran infinitos: una suerte de lepra carcomía los muros, la humedad formaba repugnantes verdugones de sarro y el olor de las ratas podría cortarse en grasientas lonjas. Con la tuberculosa luz de mi linterna perseguí en vano fantasmas que resultaron telarañas, roedores y muebles amortajados de blanco, como niños muertos. La casa no tenía espejos y a todos os personajes de las pinturas les habían borrado los ojos. Los relojes marcaban a destiempo la misma hora.
Al amanecer vi a los dueños en la puerta y salí a rastras del caserón embrujado, pero esos cobardes huyeron y la policía me ha disparado. Desde entonces no he vuelto a salir y vivo muy a gusto por estos corredores. Ningún espejo me molesta y he descubierto que me encantan las ratas.
Corresponsal: Celmiro Koryto
Buenísimo!!!
ResponderEliminarMe encantó. Muy bien llevado y definido.
Lily Chavez
buenicimo!!!!!1
ResponderEliminar