domingo, 21 de agosto de 2011

MANUEL ALTOLAGUIRRE



Poeta español (Málaga; 29 de junio de 1905 - Burgos; 26 de julio de 1959). Antes de los veinte años fundó su primera revista de poesía en la que aparecían colaboraciones de poetas muy reconocidos, además de las de algunos compañeros de su generación.  
Viajó posteriormente a Francia e Inglaterra y allí fundó su propia imprenta, regresando a España donde militó en las filas de la  República durante la guerra civil. En 1939 abandonó a España definitivamente y fijó su residencia en México dedicándose al final de su carrera a la dirección cinematográfica.
En 1959 durante una visita a España, falleció en un accidente automovilístico en la ciudad de Burgos. Entre sus obras más reconocidas, se encuentran:
 «Soledades juntas», «Vida poética» y «Poema del agua».
Era mi dolor tan alto
Era mi dolor tan alto,
que la puerta de la casa
de donde salí llorando
me llegaba a la cintura.
¡Qué pequeños resultaban
los hombres que iban conmigo!
Crecí como una alta llama
de tela blanca y cabellos.
Si derribaran mi frente
los toros bravos saldrían,
luto en desorden, dementes,
contra los cuerpos humanos.
Era mi dolor tan alto,
que miraba al otro mundo
por encima del ocaso.

Vete
Mi sueño no tiene sitio
para que vivas. No hay sitio.
Todo es sueño. Te hundirías.
Vete a vivir a otra parte,
tú que estás viva. Si fueran
como hierro o como piedra
mis pensamientos, te quedarías.
Pero son fuego y son nubes,
lo que era el mundo al principio
cuando nadie en él vivía.
No puedes vivir. No hay sitio.
Mis sueños te quemarían.
La ventana
La ventana separa
al mundo de los trenes,
de los grandes vapores,
de los hombres a pie,
del mundo quieto
de un alma sola.
¡Qué alegría
ver los rosales y los vendedores!
Al ruidoso paisaje
de tráfico y de vida
mi tristeza se asoma.
Mi soledad consciente
mira las hermosuras
inútiles del mundo.
Lo bello y el dolor
es de las almas solas.

ºººººººººººººººººººº

2 comentarios:

  1. Música y cadencia.
    Metáforas increibles . El "vete" trasunta una realidad en donde no pocas veces se recorre elcamino de la ambivalencia.
    Amelia

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  2. Ester,gracias por estos poemas donde es posible vislumbrar el alma del poeta, poemas que en los que si bien predomina el sentimiento de dolor, hay también mucha belleza. Me encantaron los 5 últimos versos de La Ventana.
    Un abrazo,
    Juany Rojas

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