lunes, 2 de enero de 2012

Severo Sarduy




Nació en Cuba en 1937 y murió en París en 1993.Narrador, poeta, periodista, crítico de literatura y arte. En 1960 viaja a París con una beca que le ayudaría a especializarse en crítica de arte y con esto no vuelve más a su país de origen. Estuvo vinculado al circulo de pensadores y escritores estructuralistas de París, colaborando en la revista “Te Quel” y trabajó como lector en Editions du Seuil, y como libretista en la Radiotelevisión francesa. Su prosa y su poesía son experimentalistas, visuales, concretas. Su primera novela Gestos (1963) ya anunciaba la ruptura que en lengua española iba suponer la segunda, De donde son los cantantes (1967), que es un divertido pastiche en el que se conjugan las tres culturas, la española, la africana y la china, que han conformado la vida en la Cuba actual. En Cobra (1972) investigó sobre la aproximación entre Oriente y Occidente, y el tema tuvo cierta continuidad enMaitreya (1978), su obra más celebrada, con una gran mezcla de barroquismo y humorismo que se articula en torno a las variaciones del buda futuro, entendido como un iluminado. Posteriormente publicóColibrí (1984), un relato de huidas y venganzas, y Cocuyo (1990), quizá menos vanguardista y más transparente, aunque siempre dentro del mundo característico de Sarduy, que carece de cualquier inhibición. También es autor de libros de poemas como Big Bang (1974) y de ensayos, entre los que destacan Escrito sobre un cuerpo (1969) y Barroco (1974). Obras: Poesía: Big Bang (1974; reúne los volúmenes FlamencoMood IndigoBig Bang y otros poemas) / Daiquiri (1980). Novela: Gestos (1963) / De dónde son los cantares (1967) / Cobra (1972) / Maitreya (1978) / Colibrí (1984) / Cocuyo (1990). Ensayo: Escrito sobre un cuerpo (1969) / Barroco (1974) Relato: Para la voz (1977).





La transparente luz del mediodía

La transparente luz del mediodía
filtraba por los bordes paralelos
de la ventana, y el contorno de los
  frutos -o el de tu piel- resplandecía.
El sopor de la siesta: lejanía
de la isla. En el cambiante cielo
crepuscular, o en el opaco velo
ante el rojo y naranja aparecía
otro fulgor, otro fulgor. Dormía
en una casa litoral y pobre:
en el aire las lámparas de cobre
trazaban lentas espirales sobre
el blanco mantel, sombra que urdía
el teorema de la otra geometría.


Cuerpo Con Cuerpo: Las Pieles


Cuerpo con cuerpo: las pieles
se aproximan y se alejan
entre espejos que reflejan
su deseo. No develes
la imagen -esos laureles
fenecen-; no te aconsejo
confiar en ese reflejo,
porque ese doble perverso
te revelará el reverso:
hueso con hueso, pellejo.


2 comentarios:

  1. Contudente.Expone crudamente una realidad insoslayable.
    La sensualidad suaviza el poema.
    Me encantó . Gracias.

    ResponderEliminar
  2. Los poema tratan de encontrar en los cuerpos y en la luz la historia verdadera de cada cual.
    Otro gran poeta de Cuba.
    MARITA RAGOZZA

    ResponderEliminar