martes, 29 de noviembre de 2011

GIANNI SICCARDI - de La soledad habitada




ENTRO EN LA VIEJA CASA (25)

que verifica con mirada higiénica
el trabajo de sus manos asépticas
sobre el mapa de su piel.
Ahora
La lentitud de esa otra que adormece
los rincones más redondos de su cuerpo
bajo la sensualidad de la lluvia caliente
y se demora en ese refugio
que le oculta el mundo
y el jabón encuentra
entonces
su verdadera naturaleza
de espuma soñadora
de crema voluptuosa
de miel reparadora.
Salgo a la libertad del patio
y las voces de los chicos
se me suben a los hombros.
¿Serán ahora ancianos
abuelos
penosos jubilados
acortando las tardes frente al televisor
o inventando el pasado
con sus débiles voces quejosas?
¿Por qué dejaron la casa?
¿Por qué permitieron
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que el intruso que soy atravesara la puerta?
¿Nacieron aquí?
¿Murieron aquí?
¿Escribieron aquí cartas de abandono y desaliento?
¿Sonó el teléfono para destrozar sus lágrimas?
¿Amaron hasta la extinción de sus cuerpos?
Permiso.
Déjenme entrar.
Soy el nuevo ocupante de la casa.
ENTRO EN LA VIEJA CASA
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ENTRO EN LA VIEJA CASA
CIGARRAS
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CIGARRAS
Buenas noches.
Mis padres dormían
reparaban.
Silencio.
Algo palpitaba allí en la oscuridad.
Todos dormían en la casa
y en las casas vecinas.
Sólo estaban despiertas unas cigarras
y el chico que yo era.
¿Y esos pequeños sonidos regulares?
Uno fuerte
y dos débiles.
¿Es una danza nocturna
o es un tejado que gotea sus lamentos?
El mugido distante del tren
Se apodera de la oscuridad.
La almohada apenas sostenía mi cabeza.
Sí, una vez más
lo más mío del día era la noche.
Abandonaba la mortaja de las sábanas
y sigiloso
llevaba mi cuerpo hasta el patio
para escuchar la parra
las plantas
que respiraban a sus anchas.

2 comentarios:

  1. Recuerdo y verifico las palabras de este gran poeta cuando habla de la particularidad de la poesía y cual es el lugar exacto donde llega la flecha del poema , el mío creo " es el mapa de mi piel"
    amelia arellano

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  2. Perderse en la casa de su poesía es simple gozo.

    Celmiro Koryto

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