domingo, 23 de enero de 2011

MÓNICA FERRERO - poemas




Nació en 1958 en Córdoba. Estudió Letras por pasión y Abogacía “a mejor fortuna” y se desempeñó en la enseñanza terciaria y universitaria y en el Poder Judicial de la Provincia, desde hace veinticinco desencantados años.  Publicó dos libros de poemas: Comparezco y Digo, con el subsidio del Fondo Nacional de las Artes y Oficio de Blasfemias, y participó en antologías, como Manos a la obra, Las provincias y su literatura. Las mujeres poetas de Córdoba y en publicaciones humorísticas gráficas y radiales: Hortensia, El tiempo cotidiano, Sexomente y Las cosas, los casos y la gente. En 1997, recibió el Premio Municipal “Luis José de Tejeda” en Novela, por su obra No ves que está de olvido el corazón. También obtuvo el premio “Pablo Neruda” en 1998, en el Primer encuentro argentino-chileno de escritores en conmemoración del exilio del poeta. En el 2000, publicó con el Fondo Estímulo a la Actividad Editorial Cordobesa, su novela De culpa y cargo y en el 2004, el Concurso Provincial de Narrativa “Daniel Moyano, le otorgó una mención por su novela “Por el infierno que merecí…” 

Me asomo a verte….

Me asomo a verte,
la frente contraída,
leyendo del Big Bang,
los pandas
y el ozono,
cuando el sol
se rinde en tus rodillas.
Hundo otra vez
los dedos en la harina
y pienso en Eva,
en Glauce y en María.
Veo asomado
al vano de otras tardes,
otro revuelo igual
de masa, angustia
y percalina.
Yo, que te quise
dios entre nosotros,
no podré defenderte
de la vida:
del borceguí
en la puerta,
ni el cáncer
en el vientre,
ni el vuelco
en la banquina.
Por eso hundo
otra vez
los dedos
en la harina
y pongo leche
y miel
y una gotas de vainillas
y hago una rosca grande
en la mesada,
como un abrazo fuerte,
inexpugnable
y te amaso con mis manos,
Emanuel,
galletitas.


 Dijiste para nadie….

A Bruno Serrano,
preso de otras dictaduras…


Dijiste para nadie,
sobándote el muñón
del índice
acallado,
cuando hurgan alevosas
las picanas
de marzo
en las trémulas ingles,
en la encía inerme,
el vientre arrodillado,
reza el aullido a Marx,
Padrenuestro, Mao, que estás
en los campos,
en las prensas secretas,
en las minas de estaño….
Los ojos como garras
de ahogado
van al beso
al pliegue de una manta
en solsticio de abrazos…
Y después,
al tufo agrio
de la carne quemada
y el colon humillado,
sube el Kyrie abyecto,
al dios,
en quien no creo,
de los labios blindados,
a rogar el milagro
de un disparo en la sien,
del último Habeas Corpus
en los sordos estrados,
de un misericorde,
vergonzoso infarto.

Mónica Ferrero
(De su libro Tango para Olivetti 125)

8 comentarios:

  1. Quedé respirando profundo.Una poesía de versos breves como púas sobre el que lee. Dijiste para nadie es terrible. Excelente poeta, estoy conmovida.

    María Esther Martinez

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  2. Poesía llamativa,como si no cualquier voz pudiera decirla, a mí me causó esa sensación.
    Le encontré una contundencia pocas veces vista.
    Felicitaciones Mónica.

    Marianela

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  3. Sin aspavientos la poesía de la autora se erige como hondo llamado humanista, desde el fondo del dolor amasado y compartido.
    Excelente publicación.
    MARITA RAGOZZA

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  4. La pucha que son buenos los cordobeses! La poesía de Mónica me toca y hace un hematoma. Muy bueno.

    Mariano Lazarte
    Arriba Junín!

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  5. La poesía de MóniCA no pasa desapercibida. No puede, no deja, la autora dice desde la pasión, como si cada poema fuera un pedazo de ella arrancado. Felicitaciones Mónica!

    Lily Chavez

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  6. Mi Dios! ahoga ese segundo poema. Felito a Mónica

    Pedro Altamirano

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  7. Con el segundo poema no me quedan dudas a que se refiere y el primero, estará dedicado a un hijo? si es así, me encantó, no podré defenderte de la vida,del borceguí en la puerta,ni el cáncer en el vientre, etc...
    me trajo un recuerdo personal. Gracias Mónica por tu poesía.

    Andrea Casas

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  8. Versos contundentes, verdades que duelen y la vida sigue amasando su cotidianidad como un ruego a la esperanza.
    Un abrazo
    Betty

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