domingo, 9 de enero de 2011

ALFA, BETA, GAMA ..... OMEGA


 ALFA, BETA, GAMA ..... OMEGA

Este extraño título. que podría ser el principio del alfabeto griego implica, pese a su esoterismo, el recorrido de una vida desde el principio hasta el final. Dejaré la criptografía y explicaré en dos palabras lo que quiero dejar sentado. Leí todo el artículo de Focault pero el párrafo que reproduzco me provocó una conmoción, como si una voz interna me susurrase, maliciosa pero veraz: Aldao, sos un "parrhesio".
Fue tal la conmoción, que comparto con amigos y lectores mi alegría, el descubrimiento de mi propia America. (A.A.)

CORAJE DE LA VERDAD (fragmento)

La parrhesía, tal como la estudió Michel Foucault, era, en la Antigüedad, la práctica de decir la verdad “sin esconderla con nada”, bajo el riesgo del rechazo o la ira del interlocutor. Esta práctica se sitúa en “la prehistoria de algunas parejas célebres: el penitente y su confesor, el enfermo y el psiquiatra, el paciente y el psicoanalista”.

Por Michel Foucault *

«En su valor positivo, la palabra parrhesía consiste en decir la verdad sin disimulación ni reserva ni cláusula de estilo ni ornamento retórico que pueda cifrarla o enmascararla. El “decirlo todo” es: decir la verdad sin ocultar ninguno de sus aspectos, sin esconderla con nada. Pero esto no basta para definir la noción de parrhesía en el sentido positivo; hacen falta dos condiciones complementarias. Es preciso no sólo que esa verdad constituya a las claras la opinión personal de quien habla, sino también que éste la diga en cuanto es lo que piensa. El parresiasta da su opinión, dice lo que piensa, él mismo signa la verdad que enuncia, se liga a esa verdad y, por consiguiente, se obliga a ella y por ella.
Pero esto no es suficiente. Después de todo, un profesor, un gramático, un geómetra pueden decir, con respecto a la gramática o la geometría, una verdad en la cual creen y, sin embargo, no se dirá que eso es parrhesía. Para que haya parrhesía es menester que el sujeto, al decir una verdad que marca como su opinión, su pensamiento, su creencia, corra cierto riesgo, un riesgo que concierne a la relación que él mantiene con el destinatario de sus palabras; es menester que, al decir la verdad, afrontemos el riesgo de ofender al otro, encolerizarlo y suscitar conductas que pueden llegar a la más extrema de las violencias. En la “Primera filípica”, Demóstenes agrega: “Sé que al valerme de esta franqueza ignoro lo que se deducirá para mí de las cosas que acabo de decir”.
La parrhesía implica cierto coraje, cuya forma mínima consiste en el hecho de que el parresiasta corre el riesgo de poner fin a la relación con el otro que, justamente, hizo posible su discurso. El parresiasta siempre corre el riesgo de socavar la relación que es condición de posibilidad de su discurso. Lo vemos con claridad en la parrhesía como guía de conciencia, que sólo puede existir si hay amistad y donde el uso de la verdad amenaza poner en tela de juicio y romper la relación amistosa.
Ese coraje adopta una forma máxima cuando quien habla se ve en la necesidad de arriesgar su propia vida. Platón, cuando va a ver a Dionisio el Viejo, le dice una serie de verdades que ofenden a tal punto al tirano que éste concibe el proyecto –no lo llevará a la práctica– de matar al filósofo. Pero Platón lo sabía y había aceptado el riesgo. La parrhesía no sólo arriesga la relación entre quien habla y la persona a la que se dirige la verdad, sino que, en última instancia, hace peligrar la existencia misma del que habla, al menos si su interlocutor tiene algún poder sobre él y no puede tolerar la verdad que se le dice».

Michel Foucault (Poitiers, 15 de octubre de 1926  París, 25 de junio de 1984) fue un especial psicólogo, un historiador de las ideas y un filósofo francés. Fue profesor en varias universidades francesas y estadounidenses así como catedrático de Historia de los sistemas de pensamiento en el Collège de France (1970-1984). Su trabajo ha influido en importantes personalidades de las ciencias sociales y las humanidades. Foucault es conocido principalmente por sus estudios críticos de las ciencias humanas, de las instituciones sociales  psiquiatría, medicina desde 1789, sistema de prisiones—, así como por su trabajo sobre la historia de la sexualidad humana y la constitución de la subjetividad en el devenir de Occidente. Su teorización sobre elpoder (o mejor las relaciones entre poderes), el conocimiento y el discurso ha sido muy debatido. En los años 1960, Foucault estuvo asociado tangencialemente alestructuralismo, un movimiento del que se distanció expresamente por su no historicismo. Foucault también rechazó las etiquetas de postestructuralista ypostmodernista, que le eran aplicadas habitualmente, prefiriendo clasificar su propio pensamiento como una crítica histórica de la modernidad con raíces en Kant. Foucault fue considerado por el The Times Higher
Education Guide como el autor más citado del mundo en el ámbito de Humanidades en 2007.

16 comentarios:

  1. No sé demasiado de literatura, lo dije varias veces solo tengo el placer de la lectura. De Foucault no me hacen faltan antecedentes,es un escritor fantástico y tanto este tipo de artículos como el resto de su obra vale la pena. No conocía la palabra, ni idea de lo que era la parrhesía. Se aprende continuamente. Gracias.

    Irene

    ResponderEliminar
  2. Creo que como todos los excelentes planteos de Foucault este texto abrirá agradables polémicas. He leído bastante a este autor y he convivido familiarmente con personas parresiastas. El conflicto para mi personalmente se presenta cuando la verdad, que siempre está vestida de más dos campanas, es una bandera de necesidad personal, un embate contra viento y marea simplemente como el timón de sostener sólo una razón. Creo que es muy dificil encontrar una verdad absoluta. Lastimar deteriora y a veces en la afirmación de una única verdad todo lo que se logra es "lo dije, lo hice," y eso conduce a fragmentos pequeños e individuales, a pequeñas conquistas personales.
    Hay pensamientos que dejan lugar a pocas dudas, pero me parece muy peligroso creer que se tiene la verdad sincera y absoluta sobre cualquier tema.
    La duda cartesiana sigue siendo para mí una hermosa plataforma del pensamiento.
    Yosi

    ResponderEliminar
  3. No se trata de la VERDAD ABSOLUTA sino de la verdad personal, la lucha contra la hipocresía y /o el compromiso. Cada humano tiene derecho a defender su verdad, considerarla sagrada aunque esté absolutamente equivocado (llevando las cosa al extremo. Si yo proclamo "mi verdad", acuso a un hombre, un grupo de hombres, un pueblo, un país de racistas o tontos, corro un riesgo, Empero, si "La parrhesía, tal como la estudió Michel Foucault, era, en la Antigüedad, la práctica de decir la verdad “sin esconderla con nada”, y en la contemporaneidad se sigue practicando, entiendo esto como una confrontación de alguien que tiene su verdad y esta verdad no agrada. El hombre de la verdad puede o no tener razón, pero tan sólo al decirla exaspera a su interlocutor...
    Prefiero a estos decidores de verdad y no a los hipócritas que mienten, que no revelan lo que piensan. Creo que Yossi piensa que si yo, o él, tenemos nuestra verdad, ello no implica que es la ÚNICA, LA ABSOLUTA; eso se parece más a un sofisma que a una verdad. TODAS LAS VERDADES SON RELATIVAS, e incluso así hay gente que se exaspera, se enoja y sobre todo si el decidor la presenta como LA ÚNICA VERDAD. Al menos no es ése mi caso ni fue mi intención.
    andrés

    ResponderEliminar
  4. Comparto lo que dice el editor, porque como toda parte de la verdad, su opinión también es verdadera.
    Agrego solamente que luchar por una verdad es digno de un mérito sin medida.
    Es enorme el valor de esa palabra, es similar al Dios, a la especie, a la sociedad.
    Puede ser de una filosofía pura y extraña.
    Puede ser apenas un ínfimo pedazo del universo del alma.
    Yosi

    ResponderEliminar
  5. Lo que no me gusta de la filosofía es las vueltas que da. Pero no olvido cuantos filósofos están a cargo de grandes centros de investigación técnica inclusive, de centros asistenciales y permanecen allí fuera de toda corriente política o monetaria. Por algo será supongo.
    Creo que de todas maneras no es un foro lo que aquí se presenta. Está buena la idea
    Nelda

    ResponderEliminar
  6. Pienso que el decir la verdad "cruda" adquiere sentido siempre y cuando produzca un hecho positivo: una advertencia, una denuncia, un hecho con posibilidades de revertir una situación negativa. Se instala en el campo de la ética. Pero gritar una verdad que destruye o lastima sin medir las consecuencias que pueda producir, creo, es desperdiciar coraje.
    Gracias Andrés por la posibilidad de estas reflexiones. Michel Foucault es un pensador a quien admiro.
    Olga Ajma

    ResponderEliminar
  7. Es todo un tema. Primero ¿que es la verdad? y esto nos acerca a Focault, especialmente en su concepción de hombre histórico. a mi también ese texto me produjo una conmoción. Para Pensar....
    amelia

    ResponderEliminar
  8. No soy una entendida en esto, voy a opinar desde lo que siento que me pasa en lo cotidiano. Para mí no existe UNA VERDAD ABSOLUTA. Siempre hay varias campanas y un poco de razón en cada, como sucede ahora que los leo a todos. Y no estoy de acuerdo con Olga cuando dice que la verdad que destruye o lastima es desperdiciar coraje. La verdad de uno generalmente lastima, porque la mayoría de las veces quien la recibe no piensa de la misma manera. Miren a donde llegué, a mi que hablo lo justo y necesario. Vaya si será un tema difícil pero que sirva para reflexionar, no para confrontar

    Ana María Campra

    ResponderEliminar
  9. Aquí no se trata de saber cuál es la verdad, sino de reivindicar el derecho a decir lo que uno piensa, aunque sea minoría. Pero los que son mayoría,muchas veces se arrogan el derecho de establecer cuál es la verdad "verdadera"...

    ResponderEliminar
  10. El tema de la verdad descarnada y sin ambages está relacionada con el grado de igualdad en una sociedad sino desde dónde la parrhesía tendrá valor, desde que lugar de su práctica.
    Siempre es interesante leer a los grandes pensadores como interesante es no creerles, Carlos Arturo Trinelli

    ResponderEliminar
  11. Me alegro por la diversidad de opiniones acerca de la parrhesía: en función de esa diversidad se expresaron comentarios en los que se ha redondeado o afinado el significado del término. Vos a dar un ejemplo: el 12 de julio de 2006 el ejército de Israel atacó a el Líbano , bombardeó a todo el país de sur a norte, incluida la capital, provocó la destrucción de la infraestructura y hubo más de mil muertos (toda población civil e inocente). Como hombre de paz, no justifiqué el ataque vandálico y publiqué una carta de protesta y condena. Usé mi derecho a decir la verdad según mi punto de vista. Entendí que ese ataque fue un acto de barbarie injustificado, una represalia exagerada adrede... La respuesta a mi carta fue un ataque frontal a mi persona, "denunciarme" ante el público con falsificaciones y falacias. No estoy arrepentido de mi "coraje y mi verdad", tengo orgullo porque luego de cuatro años y medio de los hechos la historia me dio la razón y todo el mundo condenó la matanza: "Ese coraje adopta una forma máxima cuando quien habla se ve en la necesidad de arriesgar su propia vida. Platón, cuando va a ver a Dionisio el Viejo, le dice una serie de verdades que ofenden a tal punto al tirano que éste concibe el proyecto –no lo llevará a la práctica– de matar al filósofo. Pero Platón lo sabía y había aceptado el riesgo. La parrhesía no sólo arriesga la relación entre quien habla y la persona a la que se dirige la verdad, sino que, en última instancia, hace peligrar la existencia misma del que habla, al menos si su interlocutor tiene algún poder sobre él y no puede tolerar la verdad que se le dice».

    Esta anécdota me valió el ostracismo, nadie refutó mis argumentos con altura: sólo insultos personales y mentiras. Esa fue y será mi línea de conducta: no acepto la prepotencia, la hipocresía hasta el grado de loar a los poderosos con armas y totalitarios en la acción.
    Andrés Aldao

    ResponderEliminar
  12. Yo voy a decir muy poco: sólo hablaría de que cada uno tiene su verdad.Acertada o nó.
    Qué debate se armó.

    Andrea Casas

    ResponderEliminar
  13. Yo llego a abrir la boca y Aldao me echa, ja ja. Entonces, voy a usar el arma de Andrea: la prudencia o simplemente decir que hasta coincido con ella.

    Lily Chavez

    ResponderEliminar
  14. Generalmente no leo los comentarios antes de escribir el mío. Pero como el texto se presentaba polémico, quise saber de otras opiniones.
    Creo con toda seguridad que Andrés es un parrhesio o parrhiastés en el sentido genuino que le da Foucalt ( el cual es estudiado todavía y no es reemplazado, en todas las carreras humanísticas ) , ya que su significado es de alguien que dice TODA su verdad,no oculta, aún a riesgo del peligro.
    La palabra parreshía traducida al castellano significa " franqueza".
    Foucalt no le proecupa la VERDAD ABSOLUTA, sino la verdad que cada uno imprime a su palabra y acción.
    En la Antigua Grecia, la utilizaron, por ejemplo Plutarco, Galeno ( el médico antiguo ), Séneca, Sócrates . . .
    Ya Platón la distinguía rotundamente de la retórica.
    Y yendo un poquito al llano, me atrevo a decir que la verdad de cada uno es aquella que se vive con valentía, la que no acepta dobleces, ni equívocos, ni doble juego, ni se alía con el poder por conveniencia o interés individual.
    Propongo que muchos dirigentes - en diversos ámbitos - y por parrhiastés comprobados - les sean tomados tests sobre la verdad de su vida, y su trayectoria.

    MARITA RAGOZZA

    ResponderEliminar
  15. Y como considero que yo también digo mi verdad y la defiendo, auque no quede bien, auque sea a destiempo, entonces, quiero agregar lo siguiente:
    Para los católicos - como yo - el Parrhiastés por excelencia fue Jesucristo.

    MARITA RAGOZZA

    ResponderEliminar
  16. Muchas gracias a todos los opinantes: el tema despertó la curiosidad y la reflexión de los lectores. Fue importante la participación de las y los lectores. A Liliana: aunque Parrhiastés jurado, no llego al crimen ni nadie fue puesto al pie del patíbulo por mi intermedio. En este sentido, los puntos de vista cruzados fueron muy importantes y esclarecedores. Muchas gracias.

    ResponderEliminar