sábado, 22 de enero de 2011

ANDRÉS ALDAO: Aventuras y desventuras de Ale Aspis



Deseo publicar mi novela Aventuras y desventuras de Ale Aspis por entregas semanales. Muchos lectores no la conocen, leerla completa en la PC es para muchos una empresa agotadora e imposible. Editaré un capítulo por semana y los comentarios serán una guía para el autor. He revisado esta versión y he efectuado correcciones de sintaxis o faltas ortográficas.  Eso es todo. Gracias por la lectura y confieso que la melancolía por la urbe húmeda, atroz e irrepetible no me da tregua... (Andrés Aldao)





Con luz sutil que agita al macadán

−farol de esquina, fragua porteña−,
la voz repica sus mágicos destellos
y nombra tus secretos, Buenos Aires.
                                                                   Lina Caffarello

 
Primera edición:   julio 2006
               Segunda edición: diciembre 2006
               Tercera edición:   julio 2007
               Cuarta edición:    julio 2011

Editado por la editorial
Artesanías Literarias
Impreso en Maalot Tarshija
Israel − febrero 2007

Derechos reservados:
© Andrés Aldao, julio, 2006
© Artesanías Literarias, julio 2007
© Artesanías Literarias, julio 2011

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Foto de la tapa:
Otoño de 1946; a la derecha,
parado, Andrés Aldao.
A mi padre, Zalman, que con
su ejemplo profetizó las huellas de mi vida:
obrero, anarco e inconformista.



Para los diarios, para la policía,
para los jueces, esta gente
no tiene historia: tiene prontuario.
 No los conocen los escritores
 ni los poetas; la justicia
y el honor que se les debe
 no cabe en estas líneas.
Algún día, sin embargo,
resplandecerá la hermosura
de sus hechos, y la de tantos
 otros, ignorados, perseguidos
 y rebeldes hasta el fin.

Rodolfo Walsh
( ¿Quién mató a Rosendo?)



Ale Aspis, el personaje y el autor


Con las Aventuras y Desventuras de Ale Aspis, cuya nueva corrección acabo de concluir, he ovillado una saga sobre gente y personajes que germinaron en mi imaginación, aunque se los puede encontrar en cada esquina, en un boliche de barrio. Pienso que todo lo que ocurre en este mundo dislocado −así lo ha calificado Stephen King− es una perenne calesita, un volver y un partir en una suerte de espiral que recrea protagonistas, hechos y anécdotas en renovadas dimensiones, despeñándose hacia el abismo o remontando las adversidades de la vida cotidiana. He matizado las incidencias de este libro con colores distorsionados o precisos, que se repiten y renuevan como dramas, comedias u odiseas. Y para que no haya equívocos, me identifico una vez más con Stephen King cuando afirma que: La ficción es la verdad dentro de la mentira.

Esta novela tiene su breve historia. Dos cuentos, con un héroe principal (Ale Aspis), publicados en 2005 en la revista Artesanías Literarias, dieron pie a amigas colegas a sugerirme que no abandone al personaje, que continúe sus aventuras. Que me anime a escribir una novela.
A fuer de sincero, nunca me propuse abordar una empresa de esa magnitud ni nada que tuviese demasiada extensión. Pero el acicate me sedujo y resolví concretar el proyecto: escribir la novela.

En diciembre de 2005 terminé la primera parte de Ale Aspis. No obtuve la paz que deseaba: “tenés que seguir, el personaje da para más, es una pena, etc.”. Escuché las lisonjas y muy pronto me reencontré con el protagonista, con sus conflictos, amores y odios, escribiendo, tachando hasta que, ¡por fin! acabé la tarea.
Ahora, Aventuras y Desventuras de Ale Aspis ha subido al escenario. Buena o mala (lo decidirá el lector), es una novela. He narrado a lo largo de estas páginas intrigas, aflicciones, estados de ánimo, personajes humanos o diabólicos protervos, gentes corruptas y degradadas, algunos de los conflictos que preocupan al género humano. Y pizcas de historia...
Es como un espejo, fugaz y reducido, de la realidad del mundo y sus consecuencias; del derrumbe de valores que alzaron otras generaciones y que hoy yacen postrados, sin basamento ni ética alguna. Entre los que han caído bajo la piqueta de Aspis figuran los prototipos angurrientos de gloria, los que han abultado los prontuarios de tramposos máximos del género humano. Personajes de cerebro gris y alma negra, emperadores del resentimiento, idólatras del ninguneo y la calumnia, que procuran cobrar vuelo y desplegar sus nadas.
Sin embargo, no todo es negro, deprimente y pesimista: hay en la novela gente común que tiene calidad humana, y personas generosas. Florece, asimismo, el amor, como remanso y gratificación para el héroe y su amiga, con quien tropieza en una confluencia urbana de lo más inesperada: el estudio de un abogado. No todo está perdido, entonces. Hay duelo, frustración, pero también esperanza, ternura y humor. Como en la vida cotidiana…
Del mismo modo, las letras y el espíritu de Enrique Santos Discépolo, savia y fervor de Buenos Aires, han ejercido una telúrica influencia sobre mis ideas por su vigencia histórica en el perímetro rioplatense. Y fuera de él...
Cambalache es el cántico de los vencidos y los marginados del sistema, y no podía faltar en estas páginas porque es mi credo. Y el de Ale Aspis....
¡Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor!...
¡Ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador!
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
Ante todo, espero que los lectores disfruten con esta novela que nació como “tal vez” y hoy se ha convertido en “aquí la tienen”. Escrita sin presunción, Ale fue una criatura que pernoctó en mis recuerdos. El protagonista no es mi “alter ego” ni un desdoblamiento de mi persona. Casi toda la obra es pura ficción y, acaso, tal vez, quizá... me hubiese agradado obrar en circunstancias de mi vida pasada como lo hace Ale Aspis en la ficción.
En cierto modo, las aventuras de Aspis son un fragmento de episodios de la condición humana. Me causó placer concebirlas, recibir críticas, comentarios y sugerencias de amigas y amigos. Las leí con seriedad y respeto, aunque en última instancia me reservé el derecho a compartir o disentir.
Ustedes, lectores, acompañarán las contingencias de Ale Aspis, sus pasos delirantes, los aciertos y los deslices, como les sucede a todos los mortales. Como les ocurre a ustedes y a mí. A ellos, a los otros, a nosotros.
Ignoro qué será de Aspis en el futuro. A todos los seres vivos les llegan los días y los tiempos de la pausa. Esta cuarta edición la edito luego de haber traspuesto los portales de la lectura de amigos y personas que la absorbieron y me dieron su opinión. A veces percibo que he culminado este ciclo aspiano. Aunque no me atrevo a afirmarlo...  Y esto será todo •

                           Andrés Aldao, enero  2011



6 comentarios:

  1. Buena idea la de exponer a Aspis a la consideración de nuevos lectores y de los que, como yo, la hemos leído. Por lo pronto esta introducción es toda una pieza literaria para comenzar a paladear lo que vendrá, suerte Ale, te espera y saluda Carlos Arturo Trinelli

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  2. Adelante nomás don Aldao!! Me adhiero a las palabras de Arturito.

    Lily Chavez

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  3. Excelente presentación. Una alegría y un abrazo,
    Ofelia

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  4. Tengo un estante mental donde guardo a " mis personajes".Entre ellos, a Ale Aspis que lo conocí desde que era cuento, se hizo mayor y se convirtió en novela. Cada tanto me habla Ale Aspis para bajarme a la tierra, aunque los dos sabemos que somos extranjeros en este mundo materialista.
    ¡Bienvenido!
    MARITA RAGOZZA

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  5. Buena presentación y quienes no hemos leído la novela quedamos a la espera.

    Mariano Lazarte
    Arriba Junín!

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  6. Ante todo y después de todo: GRACIAS,ANDRÉS.

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