OFELIA FUNES
EL COSTURERO
Cinco dedales en la pequeña caja
multicolor enjambre de hilos y trencillas.
Mi madre era una curva sosegada en la tarde.
Presagio sospechado
sombrero luminoso
perfume de alelíes.
Suave curva atravesada en el silencio
Pluma de garza hundida en la arena
entre sueños y dedales
y el frío,
el frío lamiendo las ventanas…
En un café de buenos aires
La tarde se inquieta
en la mesa junto a la ventana
bajo el mantel blanco de ausencia
y el perfume de vino maduro ya no es
sino una chispa de luz en los cristales.
La tarde se estremece
ante la pequeña gota suspendida
temblorosa ante el roce de tu piel sobre la mesa,
aquella, que retumbó en el silencio de la tarde otra
cuando al rozar tu piel sobre el mantel
se oyeron ruidos de una noche de verano
y los grillos clamando por la lluvia.
Ofelia Funes
Siempre me sorprende la simpleza de tus versos y la hondura que reflejan.
ResponderEliminarHay como piel de verano en cada estrofa que lentamente no importa si es un café de barrio o el costurero de mamá pero esa curva hace puente y nos une en la lectura.
Ceelmiro Koryto
Poemas que traen presencias cotidianas y que nos regresan a la infancia. Hermosas imágenes.
ResponderEliminaramelia
Ofelia, estos dos poemas tuyos son melancolía, recuerdo, vibración íntima de aspectos que permaneces guardados en un rinconcito de tu corazón. Siempre tus poemas resaltan la hondura de tu sentir y la plasticidad que no busca artificios.
ResponderEliminarAndrés
Imagenes que aparecen en la lectura nos gratifican y nos transportan, me impactó la dulzura de la nostalgia, Carlos Arturo Trinelli
ResponderEliminarLetras de seda y a veces mojada son las delicadas letras de Ofelia. Arma los poemas como una orfebre. Una delicia su lectura.
ResponderEliminarFelicitaciones.
mi madre era una curva sosegada en la tarde, oh, querida Ofelia, que maravilla. Me conmueven tus imagenes. Un abrazo grande y gracias por la poesía.
ResponderEliminarLily Chavez
Una puntada, una madre, dos ventanas en ambos poemas, desde donde llegarán y el frío y la ausencia.Ambos tan intimistas nombando a la madre y al amor, surcan, aprietan los sentimientos que a diario nos recorren a flor de piel. Una poeta con su palabra nos estremece, y nos sincera frente a la vida simple. Así también su decir. Afectuosamente. Marta Comelli
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