El surrealismo, nació en Francia con André Bretón, con su mandato surrealista en 1924. La posguerra exigía un arte nuevo, no la cruel realidad, sino sueño y fantasía, basándose en el inconsciente como generador de imágenes. Inspirándose en Freud, (ambos eran psiquiatras) quien descubrió que la libertad del ser puro se encuentra en los sueños. Es la escuela que surgió después del Dadaísmo. En Argentina, con Aldo Pellegrini nace el primer grupo surrealista de habla hispana.
Aldo Pellegrini
Alguien que despierta
Abre tus ojos de barro
tus ojos de cielo y de noche interrumpida
tus ojos de alfombra, tus ojos pisoteados
ábrete a la luz y a la sombra y a los vientos
a la sombra negra que arrojan los cuerpos.
tus ojos de cielo y de noche interrumpida
tus ojos de alfombra, tus ojos pisoteados
ábrete a la luz y a la sombra y a los vientos
a la sombra negra que arrojan los cuerpos.
Árbol de la ceguera, de las muertes,
camino de las desapariciones,
marchas hacia los ojos abiertos del tiempo
hacia el agua pura del instante que corre
camino de las desapariciones,
marchas hacia los ojos abiertos del tiempo
hacia el agua pura del instante que corre
cuando te detienes te tornas invisible
cuando andas te destruyes
sólo eres la sombra de la idea de ser
pero con el hueco de tu mano ves todo
por el hueco de tu mano te derramas,
cuerpo ávido de caricias de atmósferas,
mil veces impasible, mil veces tierno
pero finalmente absorbido por la nada
que corroe lentamente el agua del tiempo.
cuando andas te destruyes
sólo eres la sombra de la idea de ser
pero con el hueco de tu mano ves todo
por el hueco de tu mano te derramas,
cuerpo ávido de caricias de atmósferas,
mil veces impasible, mil veces tierno
pero finalmente absorbido por la nada
que corroe lentamente el agua del tiempo.
Maria Meleck Vivanco
Los trámites del gozo (9no canto)
Postillón de mi carne. Cada brújula anota su condena. Y en el fuego insepulto rodeado de balcones, hay remoción de sexos - un bello escapulario de locuras -
Conocí el desamor - sus tijeras de filo - Balazos de oro rojo para el vuelo del ánade. Presencia de esa rutina triste. Y arriba del solsticio, puntillas delicadas con volados sensuales. Trapos desencantados para llorar a gritos y extramuros heridos de mudanzas.
Santo desaliñado es el azar. Luna que sobrevuela defiende sus cachorros. Campanillas sin dientes, son vulvas desdeñosas, perfectas, disfrutables, que apoyan picaflores en un lugar sin eco.
Apenas rasguñadas por las bestias del mar
Conocí el desamor - sus tijeras de filo - Balazos de oro rojo para el vuelo del ánade. Presencia de esa rutina triste. Y arriba del solsticio, puntillas delicadas con volados sensuales. Trapos desencantados para llorar a gritos y extramuros heridos de mudanzas.
Santo desaliñado es el azar. Luna que sobrevuela defiende sus cachorros. Campanillas sin dientes, son vulvas desdeñosas, perfectas, disfrutables, que apoyan picaflores en un lugar sin eco.
Apenas rasguñadas por las bestias del mar
André Bretón
Un hombre y una mujer absolutamente blancos
En el fondo de la sombrilla veo a las maravillosas prostitutas
Con su vestido un poco ajado junto al farol color de los bosques
Se pasean con un gran pedazo de papel mural
Como no se puede contemplar sin que se oprima el corazón
los viejos pisos de una casa en demolición
O una concha de mármol blanco desprendida de una chimenea
O una red de esas cadenas que detrás de ellas se enredan
El gran instinto de la combustión se apodera de las calles
donde ellas permanecen
Como flores asadas
Los ojos levantando a lo lejos un viento de piedra en los espejos
Mientras se abisman inmóviles en el centro del torbellino
Nada iguala para mí el sentido de su pensamiento desaplicado
La frescura del arroyo en el que sus botines mojan la sombra de su pico
La realidad de esos puñados de heno cortado en donde desaparecen
Veo sus senos que ponen una punta de sol en la noche profunda
Donde el tiempo de inclinarse y erguirse es la única medida
exacta de la vida
Veo sus senos que son estrellas sobre olas
Sus senos en los que llora para siempre la invisible leche azul.
En el fondo de la sombrilla veo a las maravillosas prostitutas
Con su vestido un poco ajado junto al farol color de los bosques
Se pasean con un gran pedazo de papel mural
Como no se puede contemplar sin que se oprima el corazón
los viejos pisos de una casa en demolición
O una concha de mármol blanco desprendida de una chimenea
O una red de esas cadenas que detrás de ellas se enredan
El gran instinto de la combustión se apodera de las calles
donde ellas permanecen
Como flores asadas
Los ojos levantando a lo lejos un viento de piedra en los espejos
Mientras se abisman inmóviles en el centro del torbellino
Nada iguala para mí el sentido de su pensamiento desaplicado
La frescura del arroyo en el que sus botines mojan la sombra de su pico
La realidad de esos puñados de heno cortado en donde desaparecen
Veo sus senos que ponen una punta de sol en la noche profunda
Donde el tiempo de inclinarse y erguirse es la única medida
exacta de la vida
Veo sus senos que son estrellas sobre olas
Sus senos en los que llora para siempre la invisible leche azul.
Luis Aragón
Persona pálida
Más mísero que las piedras
triste a más no poder
el hombre escuálido
el atril hubiera querido aniquilarse
Qué frío el viento me penetra en el sitio
de las hojas
de las orejas muertas
Solo cómo patalear para ahuyentar el frío
con qué pie iniciar la semana
Un silencio que nunca acaba
Ni una palabra tierna para engañar al invierno
La sombra del alma del amigo La escritura
Tan sólo las señas
Mi sangre daría una sola vuelta
Los sonidos se pierden en el espacio,
como dedos congelados.
Nada más que un patín abandonado en el hielo
El fulano
A través de él se ve el día
Más mísero que las piedras
triste a más no poder
el hombre escuálido
el atril hubiera querido aniquilarse
Qué frío el viento me penetra en el sitio
de las hojas
de las orejas muertas
Solo cómo patalear para ahuyentar el frío
con qué pie iniciar la semana
Un silencio que nunca acaba
Ni una palabra tierna para engañar al invierno
La sombra del alma del amigo La escritura
Tan sólo las señas
Mi sangre daría una sola vuelta
Los sonidos se pierden en el espacio,
como dedos congelados.
Nada más que un patín abandonado en el hielo
El fulano
A través de él se ve el día
Buenísimos los poemas, siempre me quedo con Bretón, igualmente significativa es la ilustración de Dalí , que acompaña.
ResponderEliminarGracias.
amelia
Yo me quedo con todos...claro que a Bretón lo hemos leído tal vez más, pero para mí, fue un hallazgo leer la éxcelente poesía de María Meleck Vivanco aunque tal vez esta muestra no es lo mejor de ella. En realidad yo amo el surrealismo (valga el juego de palabras)y mi primer poeta leído fue P. Eluard.
ResponderEliminarCelmiro Koryto