GIANNI SICCARDI |
La soledad habitada
AGRADECIMIENTOS
Agradezco a Andrés Aldao, cuya generosidad hizo posible
la publicación de La Soledad Habitada , y a los poetas
Graciela Maturo y Máximo Simpson, por sus oportunas
sugerencias y permanente estímulo.
PALABRAS PRELIMINARES
La voracidad del tiempo no sólo borra y merma a la obra,
sino que también consume aquellos nombres que sólo se pueden
conservar por medio de las piadosas plumas de los escritores (…)
escribo con el propósito de defenderlos en lo posible de esta segunda
muerte… (Giorgio Vasari, Vida de los más excelentes pintores,
escultores y arquitectos. (1550). Proemio a toda su obra.)
Estas palabras del reconocido primer historiador del
Arte de Occidente me acompañan para presentar la obra inédita
de Gianni Siccardi. Mi intención fue reunir en un libro toda
la obra inédita que tenía en mi poder. Poemas que me habían
sido entregados, poemas sueltos encontrados en cuadernos luego
de su muerte, palabras sueltas… Rescatar del olvido sus últimos
escritos, aquellos que escribió estando yo a su lado, poemas
que me solía leer en el pequeño departamento de Almagro.
Gianni presentó el libro inédito Palabras Sueltas al
Concurso de Poesía convocado por el Gobierno de la Ciudad
de Buenos Aires para el período 2000 - 2001. En la presente
edición se lo publica tal cual él lo estructuró. Los textos que
no pertenecen al libro los reuní bajo el nombre de Plegaria,
nombre surgido de mi lectura. Dispuse entonces, en el libro
virtual que aquí se presenta, dos partes: la primera contiene el
libro Palabras sueltas, y la segunda Plegaria, los poemas que me
habían sido entregados por Gianni, y otros que encontré entre
sus papeles y en algún cuaderno descartado… Los Acrósticos
y la Carta-poema “A Ofelia” -me fueron entregados en el año
2001-; “Mi habitante”, que figura en Palabras sueltas, es una
abrirnos paso en el maremagnun, en esa verdadera avalancha que
es la realidad y tocar su esencia inmutable. (…) A todo poeta le son
dados algunos poemas que sólo él podría escribir. Ésa es su enorme
responsabilidad: nadie podrá escribir aquellos poemas que él haya
dejado de escribir. (*)
Los talleres de poesía de Gianni posibilitaban la experiencia
de percibir otros niveles de conciencia. La idea de esta
publicación surgió de mi necesidad de dar a conocer la obra
inédita de Gianni Siccardi, una voz lírica que no puede ser soslayada
en el panorama de la poesía argentina contemporánea.
Ofelia Funes, otoño de 2011.
Tarde de verano
I
La fina tarde de verano
se mueve delicadamente.
Su oficio es pasar inadvertida
entre la niebla
y dispensa la lentitud de su sopor
a manos llenas.
La ciudad es una pradera ardiente
el sol extrae espuma de las veredas
y va dejando un reguero de vapor en la tarde.
Cada uno va caminando
con oídos ciegos
con ojos sordos
sin hacer caso siquiera
de su sombra
que a veces lo persigue
y a veces se adelanta.
Y ninguno camina
sabiendo que camina
en esta tarde de verano
ni advierte las macetas coquetas del balcón
ni aquella cortina que apenas se mueve
y oculta unas risas desafiantes
que chocan entre sí.
¿Y ese muchacho de andar despreocupado
que dentro de cincuenta años será viejo
y medido y titubeante?
La multitud va en manada
moviéndose
en una calle desierta para cada uno
sin tocarse
sin mirarse
sin hacer caso de los otros
en la implacable tarde de verano.
No se sabe por qué.
II
No se sabe por qué
hay el perro cabizbajo
que busca su comida
entre las botellas vacías
de la noche pasada
y aparta con paciencia
la hoja de diario
y no hace caso
de la fotografía del ministro.
Hay el sereno olor
a muerte inmaculada
de la carnicería.
Hay el llanto
del bebé
en el umbral abandonado.
Hay peones de la mudanza
que cargan la heladera
amorosamente abrigada con una frazada.
Hay los que esperan
el salto del suicida
que amenaza desde la cornisa.
Hay la mezcla improbable
del olor de los restoranes
el aullido histérico de las disquerías
y todas esas caras que sonríen desde los afiches
sin hacer caso
de su oreja arrancada
o de los bigotes pintados.
Y hay también
el guitarrista trabajoso
sentado contra la pared
que jamás traiciona ni amenaza
en el fuego tibio
de sus ojos confiados
de un día más
un día más
una última tonada
y que sabe que
él también ha de morir
para contribuir al orden de la naturaleza.
Y hay la pregunta nunca contestada
de no se sabe por qué.
Tarde de verano Tarde de verano
III
No se sabe por qué
nadie hace caso
de las agujas del reloj
de la pizzería de la calle Talcahuano
que marchan en sentido contrario
a las agujas del reloj.
Ni por qué
la tarde se distrae
y el verano descuida su trabajo
cuando la mendiga
sentada en la escalinata
como en el cuarto silencioso
de aquella casa en que vivió
descifra las líneas de su mano
y con la otra
alisa su pollera rasgada
mientras todos pasan a su lado
con la entera convicción
de tener el futuro en sus manos.
No se sabe por qué
nadie hace caso
del llanto de esos jóvenes
aislados en la celda de su amor
a la sombra del umbral
que no se esconden de los otros
ni se interesan por el futuro
Tarde de verano
que camina por las líneas de sus manos
como si el tiempo se negara
a continuar su danza incontrolable
para escuchar hipnotizado
ese sollozo.
No se sabe por qué.
No se sabe por qué.
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Hermosa descripción de una tarde cualquiera de un verano de Buenos Aires. Se transita sin mirar ni mirarse. Y, "no se sabe porque"
ResponderEliminarGraciela Urcullu
"La fina tarde de verano
ResponderEliminarse mueve delicadamente.
Su oficio es pasar inadvertida"
El poeta Siccardi pasea una tarde de verano y a su paso va leyendo los signos que le hablan del misterio, en las pequeñas cosas de todos los días, aquellas que pasan inadvertidas para el común de la gente, y que en el mundo perceptivo del poeta adquieren una significación existencial.
Un poetazo
Olga Ajma
Cada palabra suelta de Gianni es un poema. Juntas una antología, pero su valor reside en la manera de ver y decir las cosas y de una tarde cualquiera no se deja pasar desapercibido.
ResponderEliminarMás lo leo y menos quiero dejarlo...
Celmiro Koryto
Que maravilla! Me he quedado sin palabras . Solo se me ocurre , "lo esencial es invisible a los ojos" (El zorro, en "El principito")
ResponderEliminarUna delicia leerte Gianni.
amelia arellano
UY!!!!! Mwe olvidé de algo muy importante. Gracias!!! Querida Ofelia.
ResponderEliminaramelia
Un poeta rescatado por Ofela Funes nos permite disfrutar de sus poemas. Acaba de aparecer LA CASA HABITA, un poemario que reúne poemas inéditos escitos antes de su muerte. En breve publicaremos esta antología.
ResponderEliminarGracias Andrés por traernos las voces ocultas de Gianni...Por recordarnos mediante sus poemas "¡¡¡¡basta de no vida!!!!!" El poeta nos muestra la simple naturaleza de las cosas que,sólo mirándolas con profundidad, prodremos develar el verdadero sentido de la vida y de la propia existencia. INDUDABLEMENTE ESTOS POEMAS TENIAN QUE SER PUBLICADOS!!! gracias, nuevamente, estimado Andrés!! Susana Macció
ResponderEliminarLa felicidad de encontrar (nuevamente) a Gianni. Vaya nuestro saludo desde el Taller de Poesía del Hospital Moyano.
ResponderEliminarwww.apoaenelmoyano.blogspot.com