Me acompaña cuando miro esa blancura que acomoda
la gorra negra de los vascos
cuando mis dedos hormiguean
huellas del último verano
y se hunden en la bruma del día
apenas susurrado
cuando el ángel murmura a mis espaldas
antiguas canciones de cuna
y mis ojos extrañados
buscan el lucero en la tarde
Viento boreal
Higo maduro en la boca del deseo
el viejo palo santo encurvado arde
junto al eje terrestre.
En el misterio de lo que ha sido dado
deshojados mundos
se alimentan del fruto prohibido.
Escucha
nadie se ocupará de ti
cuando el viento boreal
sople sobre la tierra indefensa.
Estarás solo
con el verano oculto en tu ventana.
Una poesía delicada con imágenes y sensaciones expresadas en breves y acertadas ilaciones poéticas.
ResponderEliminarRoberto
Una boina negra vuela movida por un viento boreal y dura en el aire con el desvelo de un buen verso con la fuerza de un hermoso poema con la sencillez escrita de un simple poeta.
ResponderEliminarCelmiro Koryto
Ofelia, hay tanta naturalidad en tus palabras, me agrada esa frescura y es un gusto dejarte mi saludo
ResponderEliminarBetty
Ofelia querida: Poesía dulce como higo maduro , con sabor a nostalgia de un familiar muy querido : el Vasco Manuel.
ResponderEliminarGracias por el recuerdo.
Un abrazo.
amelia
Simpleza que enmascara una profunda visión del mundo. Lo que hace del hombre lo que en realidad es: un morador solitario y pasajero...invitación a cargar leve equipaje y a tener una luz de esperanza..."oculta en la ventana" Un abrazo querida poeta. Susana Macció
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