Lo suave y lo profundo
El le hablaba de temas profundos y ella pensaba en el recorrido de esa mano que se agitaba explicando complejidades. ¿Cómo sería la travesia, asaltaría como un pirata la barca de su escote? ¿Encontraría tesoros, al menos adornos de coral ?
Se imaginaba la caricia en la ventana del bar, con gestos redondos como quién amasa pan. En el cristal la piel no se ve, se adivina .el cuerpo a medida que se desdibuja, florece y queda la belleza abundante de los frutos vitales.
Ella mira como la devora en la vidriera, comensal o cocinero que le vuelca en el pecho salsas, hierbas. Mientras tanto él de verdad, desligado o no de la escena que ella borda en el tapiz - frontera entre el adentro y el afuera, temina su relato.
Ella asiente, perdida entre la realidad y la ficción, mientras todo vuelve a ser normal. O no, y si lo normal fuera ese roce ya perdido que nunca sucedió, lo normal, ese generoso donarse de ella en la imaginación que da vida, ese enredarse con los colores de la tarde. ■
Cristina Villanueva .
Y sí, lo normal es imaginar lo más que se pueda para sobrevivir, interesante relato en tan corto espacio, Carlos Arturo Trinelli
ResponderEliminarBreve en su texto gigante en su imaginación. la mente llega a lugares recónditos a la velocidad de la luz y su pluma la trascribe en la tarde.
ResponderEliminarCelmiro Koryto