miércoles, 6 de junio de 2012

Marita Ragozza De Mandrini


ANA PAVLOVA


La Bailarina

«Prepara mi vestido de cisne».
Últimas  palabras de Ana Pavlova en la noche de su muerte,
23 de Enero de 1913
Pasión
candor
movimiento
la luna y el círculo
señal
y gesto
ternura entre bosques
hielos y lagos
se disuelven en espuma y nácar
florecen narcisos blancos
sin primavera.

Oráculo y enigma
es entrega de sí misma
en el altar de Terpsícore.
La música abraza
las orillas de su cuerpo
su aire
su delirio
su magia.

Y en un lugar sin tiempo
es luz inmóvil
en perpetua danza.

Marita Ragozza De Mandrini
De la serie “Humanidades”


7 comentarios:

  1. trémula luz danzante ingresó “El cisne”, en mutua elección y desde el portal cristalino de Marita, siguió palpitando hasta expirar en el rojo esplendor del acorde final, en su corazón; pero la partitura tenía un acorde más, que aún no estaba escrito y así entre sus dedos la poeta, dio apertura al proscenio, para que Anna resurgiera en otro legado de belleza sin par-
    elecciones, como éstas no son ámbito del azar, dos espíritus coinciden en plenitud.
    Marita, gracias por prodigarnos este placer!
    Julio Taborda Vocos

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  2. Marita , hermoso poema. Voces musicales y movimiento.
    Y la pasión que se disuelve en relámpagos iluminado el poema.
    Gracias y abrazo .
    amelia

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  3. Qué lindo poema y qué impactante sus últimas palabras...y la belleza que significa un traje de cisne, que pleno este poema.

    Un abrazo Marita

    Lily Chavez

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  4. En el poema la autora se ausenta y logra la trascendencia del instante en un lugar sin tiempo, saludos, Carlos Arturo Trinelli

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  5. Hermoso, Marita. Me emociona cuando la palabra se acopla a la música, ciñe la cintura de la bailarina , pinta la escena con finos trazos. En síntesis podría decir que en tu poema le sienta muy bien a tus palabras el vestido de cisne. Gracias y cariños
    Cristina Pailos

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  6. Aún esta, el cisne en su Cabriole o su Cou de Pied bailando al son del poema que lago y luna se derrite en el ánimo y en placer anida en el corazón del lector.
    Saludos

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  7. Este poema danza con su delirio y su magia, es atrapante y delicado, una belleza, Marita.
    Un abrazo
    Betty

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