viernes, 20 de abril de 2012


ERNESTO RAMÍREZ


Ernesto Ramírez

a 42 grados

a veces
escapa un grito
atorado de silencio
un grito anterior a los fonemas
huérfano de eco
y aún así
estremece la ermita
sucede en esas noches
en que la vida ajusta el arnés
hasta estrangular
la cintura endeble del ser
y un enjambre de frío
arraiga en el panal de poros
y ya no queda miel de 42 grados
ni colmenares abiertos
y la insularidad
es tan sólo
un cubito en la pileta
la oscuridad tiene
un inquieto ojo rojo
y la ventana el legado
de un pintor acabado.

...

Qué edad tendrá…
ese hombre
resumido en su realidad
con su pan de cada día
como periódico bajo el brazo
qué edad tendrá
cuesta calcular sus años
su temple no traiciona
cuánto y qué vivió
apenas deja entrever
afinando el cinismo
que es ducho en inviernos
y ollas sin consuelo
qué edad pronosticarle
a su empirismo de noches heladas
sus madrugadas de ferias
y su insolencia sin prejuicios
qué edad puede tener
ese ser creado del barro y barro aún
con sus huesos domesticados por la necesidad
su ajuar de blasfemas
y sus dardos de venenosa picardía
duele su empeño por vivir
y angustia su vivero de arrugas
conato tal vez en breve
qué edad tendrá ese hombre
me pregunto cada día
al verlo pasar
con sus ojos ávidos de golosinas
y su porfiada sonrisa
de verbos sin luz.

2 comentarios:

  1. Ernesto, la pregunta es a qué edad llegará ese hombre a 42 grados y pensando en golosinas...
    Pero los dos poemas tienen ese giro nuevo usando palabras simples que llegan al lector más íntimas.
    Un abrazo

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  2. Ay que terrible el grito anterior al fonema, que terrible el hombre sin edad
    Magníficos poemas Ernesto.
    amelia

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