pan tibio
apenas cae la tarde
ni bien el vaso se aferra a mi mano,
cual pirata cebado tu recuerdo me aborda
con ese sabor a pan tibio
que solamente tu cuerpo exhala,
entonces la ciudad, por saber me sabe,
a trozos de hogaza agridulce
a deseo fermentado, a migajas de placer.
la esquina, que por saber sabe de ti, convoca a la brisa
la brisa a tu aliento
y la noche se hace hembra madura,
reposada y sin prisa se instala junto a mí
asomada al vaso incita al pecho
a liberar noche adentro y hasta el amanecer
sus vahos de desamparo.
en la fría humedad del bar
recostado al hombro de las horas
la soledad, harta de su insípida constancia,
remueve trago a trago tu sabor
que cada noche obstinado retorna
aunque algo distinto,
a saber: menos tibio.
Poema perfumado , tibio...exorcismo contra la soledad. Muchas gracias . Muy bello.
ResponderEliminarCreativa analogía para recrear la soledad tildada de insípida, saludos, Carlos Arturo Trinelli
ResponderEliminarSensual, amo esto poemas tan poderosos en su demostración de la atracción íntima de los seres humanos, dicho con fineza, sin provocación, un poema hermosísimo. felicitaciones. un abrazo. marta comelli
ResponderEliminar