sábado, 27 de abril de 2013

Cristina Villanueva





El cielo tan deseado


En mi cielo, las voces  de los autores me leen sus textos en la oscuridad. En mi cielo estabas, te preguntaba algo y contestabas o consultabas los libros, esperaba tu explicación con la sonrisa de la que recibe una joya. En ese mismo cielo los picaflores tomaban de tu mano su leche de azúcar y vos plantabas flores cuidando los colores. Pintor - jardinero de lo efímero. El mundo se  abría con viajes y libros, antes de las pantallas. En ese mismo cielo Benito, Uma y Huayra aprendían de vos la conversación, cierto arte íntimo para cubrir las paredes de belleza. Todos nos sentábamos a ve,r cuando  por las  noches les leías  cuentos, como salía a volar el pájaro azul que, ahora no tanto, se les  pide a los hombres que no muestren..También estaba  la plaza de Egipto. en el momento más alto de la alegría de la lucha En ese cielo “no pasaran” decíamos y nunca pasaron.Trabajaba de leer diarios y desparramar a cada cual las noticias que les interesaban, el café salía de las  canillas. En lugar de propagandas tiraban en  el umbral poemas para que la mañana brille cuando se sale a la calle .Siempre había una mirada enamorada, salir  a festejar, carnavales, la libertad, el contacto. En mi cielo me acunaba en la plaza o lloraba con otros .El cuerpo vivía y contaba, las cirugías no modelaban a las mujeres, la vida si. Mirá esta es la voz,  tan casi de niña, con la que dije mis verdades y mis dulzuras. Mirá con estos ojos, descubrí a Miguel Hernández, hace tanto, se me llenaron de rosas en la fiesta  del sol  que se esconde en Kee  West,  miré caminar a mis hijas  y las sonrisas del principio ¿El cuerpo es la perfecta foto de una estrella de cine o ese recorte con forma de  corazón en un vestido por el que se busca atrapar una mirada?¿El arte es lo perfecto o lo que uno hace con lo que le falta? El cuerpo es el placer de  tirarse desde la montaña  de arena que es un Everest en la infancia, y la frescura del  agua, alma acariciante,  para flotar .Es un llamado, un regalo para otro .A veces uno se envuelve en papel celofán.  y es una fiesta si alguno sabe desenvolverla .En mi cielo una pequeña florcita blanca, se posa sobre el negro fondo de la taza de café olvidada  en el jardín,  muestra en su contraste, que hay también un luto esperando, un pequeño infierno que la flor de pétalos abiertos atenúa y sobrevuela .Desde mi cielo no se ve el cielo, como lamenta Monterroso, pero sí se lo  escribe que es una manera de curarle las heridas o de verdad soportar que no exista salvo por llamaradas.


 Cristina Villanueva



3 comentarios:

  1. Muy lindo, CRIS, ..... el vuelo de la florcita blanca y del pájaro azul.... la mirada enamorada..... el alma acariciante..... el cielo que no se ve,.... un beso

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  2. Encantadora introspección en tu cielo privado, Cris, tan habitado, tan acogedor, tan subyugante, tan " para vos"...
    Precioso texto. Felicitaciones y cariños.
    MARITA RAGOZZA

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  3. gracias M Y rOBERTO ARITA

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