domingo, 25 de noviembre de 2012

Máximo Simpson

MÁXIMO SIMPSON


Mohamed, Isaac
                      …vuestro holocausto, nuestra catástrofe…
                                                                             Emile Habibi   
    
                                                 “¡Yo soy la víctima!”  ¡”No, yo soy
                                             la única víctima!” “Ellos no replicaron:
                                                        ´’Una víctima no mata a otra”
                                                                   Mahmoud Darwish


Mohamed, Isaac, yo soy quien los convoca,
soy también el perdido entre nieblas de la tierra,
soy el gaucho judío, y soy el musulmán,
el afrentado,
el que viene de orillas colmadas de paciencia,
desde antiguas y nuevas sepulturas,
desde Egipto y la Meca,
desde Jerusalén, desde Cracovia.
Vengo desde Sefard,
 vengo desde la Rábida y la Alhambra,
vengo desde Treblinka,
vengo de Moisés Ville,
vengo desde aquel niño que aún espera
en un portal de Flores Sud,
temblando,
aquí cerquita de la pampa.

Soy ninguno y soy todos,
y yo les pido ahora
que vengan a mi mesa a conversar,
y les digo que Abraham,
como un hermoso tío nos aguarda.
Vengan a conversar con él, conmigo,
con la lumbre y la muerte para aclarar las cosas.
Y hablemos en familia, sin tapujos:
ya hace mucho que un joven poeta palestino,
judío de Belén,
en la flor de su edad nos dijo a todos,

“Amaos los unos a los otros”,

y aún otro poeta de este tiempo
clamó tal vez en el desierto,
“Cúrame de la herida que te hice”. (*)

Mohamed, Isaac,
acabo de poner un mantel blanco
bordado con desdichas,
con hebras de este mundo,
y vengo desde el alma del creyente,
también desde el  insomnio del incrédulo,
desde el sótano y la flor tomados por asalto,
y les ofrezco ahora este mate cordial,
esa tisana para curar, si eso es posible,
el incurable mal
del hábitat de todos que es ajeno,                
                  y rescatar el tú de cada yo,
                  el yo de cada tú,
                  oh Mohamed, Isaac,
                  cuñados, primos míos,
                  muertes mías,
                  cadáveres amados,
                  nietos míos que sueñan con Alá,
                  que escuchan a Yaveh o al arco iris:
                  siéntense aquí, la mesa está tendida,                  
                  y por el este asoma tal vez una guitarra,
                  asoman unas manos de esplendor,
                  un doloroso canto de alegría,
                  y el mate está servido, coterráneos,
                  parientes de este breve montoncito de polvo
                  que anhela, que pregunta,
                 
                  oh paisanos del agua,
                  vecinos de la dicha inalcanzable,                 
                  del paisaje sediento de justicia.
                                                           Máximo Simpson









(*)  Verso del poeta José Ángel Leyva.


                             

13 comentarios:

  1. La expresión Santo Dios no sé si cabe, pero no sé a quién recurrir ante tanta poesía. A su autor, a sus palabras, toda mi admiración
    Abrazo
    María

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  2. Bello , plural ,intenso !!

    Como siempre mi respeto , mi admiración , mi agradecimiento!!

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  3. Alta poesía la de Máximo. Honda y perturbadora. Pocas veces leemos una poesía que nos sacuda, como ésta lo hace, y nos deje temblando. Porque el hombre se entrega en amor con la palabra, desde su conciencia llena de ternura "de este breve montoncito de tierra" que es. Y desde allí pregunta, pide que despertemos el alma encerrada en el equívoco de la soberbia y nos brindemos unos a los otros.
    Porque todos somos iguales.
    Gracias, Máximo, poetas como vos nos enaltecen.
    Gracias, Aldao, por destacar esta publicación.

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  4. El poema es la extensión de un mantel blanco donde el autor se expresa con profundidad y justeza acerca que TODOS SOMOS UNO, y que cada muerte es una derrota de la Humanidad.
    La humanidad comparte un destino común. Afrontará dificultades en al lucha por la vida y todos tenemos la cuota de dolor.
    Las que se enfrentan son las personalidades-los egos. En un momento dado, PERO SOLO cuando despierte el Ser comprenderá que el otro es nuestro espejo, porque en el alma somos UNO.

    Tomo mi mate con mi eterna sed de justicia junto con todos.
    Gracias, Artesanías por este poema revelador.
    Felicitaciones al autor y mis saludos.
    MARITA RAGOZZA

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  5. HABLAMOS EL JUEVES PASADO A LA NOCHE (22 DE NOVIEMBRE), COMENTAMOS LO QUE ESTABA OCURRIENTO EN EL MEDIO ORIENTE ABRAZADO POR LAS BOMBAS Y LAS MUERTES. Y COMO ES HABITUAL, COINCIDIMOS APENADOS... LAMENTANDO LAS VIDAS PERDIDAS, LOS CUERPOS ULTRAJADOS DE LOS NIÑOS, LA TRAGEDIA DE UN PUEBLO MARTIRIZADO Y DE OTRO CUYA VIDA SE ALTERA CON RAQUETAS... Y DE PRONTO NOS MANDÁS UN POEMA DE FUSTE, UN POEMA TRISTE Y UNA CONVOCATORIA QUE NADIE PIENSA ESCRIBE.
    MI AGRADECIMIENTO Y MI MÁS GRANDE ABRAZO, MELLIZO SIMPSON.
    ANDRÉS

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  6. Recién pude abrir internet. Ayer tuve el poema de Simpson entre mis manos. Me quemaba, quería gritarlo, mostrarlo al mundo.
    Siento que mi alma también tiene mellizos, que nos reconocemos,nos abrazamos, y reconocemos también la misma "mesa tendida" que nos convoca a todos los hombres.
    Gracias Máximo, gracias Andrés por esta sed de justicia, como ha escrito Marita.

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  7. ESTIMADO POETA GRACIAS POR HABER LOGRADO TRANSMITIR CON SU POEMA EL SENTIMIENTO Y EL DESEO DE PAZ DE LOS QUE DESEAMOS EL BIEN. UN ABRAZO. Marta Comelli

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  8. este decir de Máximo Simpson es una "ayuda memoria". Quizás logre un avive el seso y despierte, tal vez sólo le llegue su profundidad a unos pocos. Mas que con sólo lograr el hecho de que uno sólo se ubique en este lugar que habitamos, esta tierra signada por diferencias con pares con la mera comprensión de la igualdad, ya ha conseguido, un triunfo. Es un poema, para mí, que vivo en la tierra donde no se lucha con las armas en la mano, pero sí con ellas, agazapadas, a la espera del zarpazo, me convence que no voy a contramano. Que hay genios de la letra con los que me siento codo a codo. Gracias, poeta, gracias Andrés Aldao por brindarlo, así nomás, como un poema de mesa de luz: para releerlo cada noche y darlo a conocer. Sonia Figueras

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  9. Querido Máximo: Bienvenido sea este poema para vivirlo!!!!todos vamos bebiendo de este poema convocante a todo aquel que sienta sed del Verbo, sed de Unión, sed de Abrazos, sed de Redención. Es un poema plural, sos, somos en él!!!! Quedé conmovida y fortalecida al mismo tiempo. Y es que la emoción me crece, nos crece en cada verso, logra la conjugación del Verbo, logras la abrazadora ronda de la esencia humana en torno a esa mesa y su mantel que nos refleja y alimenta. Tu mensaje plural se nos sirve, como dices "la mesa está tendida". Me he servido una porción de todas las desdichas, he comulgado con el mate y cantado este magistral poema como un Himno de Vida. Gracias Máximo por extender tus brazos a través de las palabras. Eso es Poesía, es Vida.
    Te abraza
    María Paula mones Ruiz
    Felicitaciones

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  10. Estimado Máximo, qué hondo en el alma llega este poema, extraordinario poema que convoca al otro, a los otros , a todos los hombres, a nosotros, para la paz.
    Y marcas el camino : “Amaos los unos a los otros” que “un joven poeta palestino, judío nacido en Belén”, expresó hace mucho tiempo.
    ¡Está todo dicho en tu poema, Máximo!, y lo continuaremos difundiendo.
    ¡Felicitaciones! Y un gran abrazo .
    Gracias a Andrés Aldao por su publicación.
    Amalia M. Abaria

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  11. Gracias al poeta y a Andrés por este poema donde convive la grandeza y la humildad y un abrazo sentido a todos los seres y sus culturas. Me emocionó y me sentiré egoísta e incompleta si no lo difundo.
    Cristina Pailos

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  12. Qué mantel tan extenso ha desplegado Simpson sobre su mesa. Da la vuelta al mundo colgando a los lados por todo el universo como si un manto de paz que nos convoca y nos cachetea a despertar por si no nos dimos cuenta. Cachetea con palmaditas poéticas como el despertar en brazos de una madre-padre, porque uno no debe dormirse ante tamaña convocatoria. Me pliego en uno de los pliegues del mantel para saberme sentida a la mesa de tu intensidad, maravilloso poema. ElsaJaná.

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  13. Mil gracias por invitarme a tu mesa, Maestro. Todo está allí. Sería muy difícil reconciliarnos con el mundo y sus tinieblas si no existiera la luz de tan máximo poeta. Un fuerte abrazo. Lina

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