Gerardo Pennini
Con un dedo apacible,
Intrascendente
Develé los pensamientos azules
Detrás apareció
Apacible
La dorada piel
De mis pensamientos
Un mate verde
Apacible
Tomó envión y me llevó volando
Intrascendente
Haciendo noventa grados
Al oeste
aterrizó en tu mano
Apacible
No te inquietes,
mi dedo era uno solo
y tus dedos eran cinco,
Pero ni se rozaron
Algo por demás
intrascendente
Instante poético peculiar y bello donde el contacto es lo de menos.
ResponderEliminarCelmiro Koryto