Contratapa del libro
"Solo aquí no
pasó nada"
de Ronit Paula Andrea Sela
Edición Yediot Ajaronot 2014
"Como siempre, después que cuento la historia de mi
niñez me siento como una mentirosa. Puede que sea una buena historia, pero no
es la mía. Porque la que lo vivió, a esa otra nena no la recuerdo. Yo evoco a
la niña que fui aquí, en este pais. Ësta, que vivió toda su niñez en el mismo
pequeño departamento, en el edificio más feo de Rehovot y a la que no le pasó
nada especial."
Paula Andrea (Ronit) Sela nació en Argentina y creció en Israel.
La novela que escribió relata una historia aún no contada, por lo menos no en
la literatura hebrea. Es la vida de los que vinieron desde Argentina en los
años 70, que de hecho fueron sobrevivientes: sobrevivientes de esos días en el
país de los generales, en que mucha gente fue arrestada, torturada y
desapareció sin dejar rastros.
"Creo que lo único que les quedó de allí",
escribe Sela sobre los padres de la protagonista, Daniela, "es el secreto.
Nunca me contaron nada…" Y tal vez sea esta la explicación para el
silencio que cubre este capítulo en la vida de esa gente, de los oscuros
secretos que acompañan la rutina diaria de sus vidas y no les dan reposo.
Cuatro voces se escuchan en el libro; sus historias se
enhebran unas con otras y los vinculan: Daniela, una joven confundida, un poco
perdida, que busca su camino. Yael, la psicóloga, a quien se dirije solo para
conseguir un cierto certificado pero continúa visitandola hasta que sus
espíritus se entrelazan. Alma, su madre, y Dan, el íntimo amigo de Daniela.
La novela se lee en un impulso que no es posible detener.
Las vidas que se complican y los secretos que se van develando involucran al
lector y lo conmueven, generando cariño aún hacia aquellos que pecaron… Y es
difícil, muy difícil, contener las lágrimas.
Paula Andrea Sela nos sorprende en éste, su primer libro,
con su gran capacidad de relatora y logra narrar la historia de dos
generaciones, hijas y progenitores en forma admirable.
(Traducción del hebreo)
Bueno para el que no lo sabe este es el primer libro de nuestra hija mayor. Esperamos que algún día sea traducido al castellano.
ResponderEliminarFelicitaciones para los padres amantes de la literatura y para Ronit, la autora, que pudo plasmar sus inquietudes artísticas en forma de novela, Carlos Arturo Trinelli
ResponderEliminarMi hebreo, que nunca fue muy bueno, luego de once años de ausencia no me serviría de mucho frente a una novela. Por esto tendré que esperar la traducción para poder leerla -si la mamá de Ronit se animara acortaría los plazos. Pero no necesito leer ésta, su primer novela, para saber que la autora es una excelente narradora, ya que en la revista se han publicado varios relatos de su autoría, todos de muy buena factura.
ResponderEliminarIgualmente y una vez más te felicito Ronit por el logro.
Abrazo,
Ernesto.
Felicitaciones! André, Nurit!...Muchos logros Ronit. Va mi abrazo!
ResponderEliminarDe Ronit solo leí un cuento traducido al español. Hoy sé de este libro y comentario acerca de su escritura y argumento.Sugiere este texto una gran sensibilidad de la autora como también me parece un argumento interesante el de abrir historias de generaciones anteriores. Ojalá sea traducido y distribuido para poderlo leer en Argentina.
ResponderEliminarPor lo pronto, felicitaciones a la autora.
MARITA RAGOZZA
Pero Ronit tiene sangre de escritores, tiene vivencias, mirada propia y de quienes estuvieron a su lado siempre. Orgullo para sus padres seguramente. Augurio el mejor de los éxitos !
ResponderEliminarLily Chavez
Un gran abrazo para Nurit y Aldao ante este bellisimo escalón de entrada de Ronit. Felicitaciones. Quiero leerla. Puedo intuir tu sensibilidad de escritora, tras el tema y esa tapa tan sugestiva de "Solo aquí no ocurrió nada". Los mejores augurios para este tu primer libro y fuerza para los muchos próximos. ElsaJana.
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