"Rapsodias de la pobreza"
I
Sin mirada de amor
Que de sentido
Al vacío que lo espera
En el pozo que lo traga
Con suavidad de lengua
El que vive su luz
Sobre el cuerpo en llagas
De la pobreza mata
Su eternidad de agonías
Tras la sombra implacable
De quien tan solo muere…
II
Por no pagar más tributo
en el reino del infierno
Ni rendir buena plusvalía
con el final del hueso;
Por obstinarse en seguir vivos
y reproducirse sin pavor / sin temblor
sobre las camas calientes y los espejos frío
aunque la cuenta del almacén resulte una ventana al abismo
y suba el costo de la vida como los pastos incendiados
Por tales crímenes de saña y de alevosía
y otros de estirpe semejante
Los pobres deberán cumplir con su condena
bajo sol o bajo lluvia impía:
Entregar el alma como si fuera el oro del río
Tapiar con gruesas pesadillas la conciencia
Convertir sus cuerpos que bien conoce el demonio
en el vaciadero del mundo…
III
Desnudos…
Con una mano adelante y otra mano atrás
Sorprendidos…
A la vera del camino
En su inocencia que espanta
Mientras la tarde languidece
Mientras el sol pasa
del amarillo al rojo
Y llena de belleza
Los vasos de la vida…
Ellos miran a lo lejos
muy a lo lejos…
IV
Como lluvia del alba
Como una huella en los vuelos de la espuma
Tan así porque sí igual que la belleza
cuando decae el día
Y la vida no tiene otro sentido
que estar vivos y coleando
sobre una bóveda cargada de estrellas…
Sin conocer con sus cuerpos mayores alegrías
Pagaron por igual y con esos mismos cuerpos
Que nadie ni nada rescata
La deuda atroz que el amor
Tiene con la pobreza…
V
Músicas, suspendidas en los hilos
de las sombras…
Ya nada cambiará las reglas del juego…
Un juego con cartas marcadas
y apuestas que exigen tajadas de carne…
La noche sigue anochecida…
Y el agua es quieta y arde de turbia
en el lecho del lago…
Vacíos son los ojos de la muerte…
Fatigoso, su aire…
La niña que ayer nos dio
su danza amorosa
Hoy saqueó el alma de los cadáveres
en el hospital de pobres
Con minuciosa risa…
VI
Tristezas, en el patio trasero de la vida…
Hemos nacido más que tarde… La ilusión huye
con pasos de gigante…
Ciegos, en lujuria de luz…
Mudos, ante el derroche impiadoso
de la pobreza
No hay bien, en la soledad del espanto
Ni maldad, en los ríos continuos
del sacrificio…
Y hasta el silencio
Que alguna vez brilló como dorada ausencia
Opaca sus alas en un vacío
que ya no es cielo…
: : : : :
Los ignorados , diría parodiando a Otto Vargas.
ResponderEliminarTe he leído tantas veces Zito Lema , tantas , que algunas frases las llevo en la memoria. Me refiero a " Conversaciones.."
Mi admiración , mi respeto .
amelia
¡Excelente elección! Zito Lema, un luchador social que, a veces, no es reconocido como el tremendo escritor y dramaturgo que es.
ResponderEliminarLa profunda sensibilidad social de Zito Lema es para resaltar y quitarse el sombrero que ya no usamos. Y la modestia que destaca su persona es una cualidad sin parangón. El poema habla por sí mismo. Un honos publicarlo en la revista.
ResponderEliminarNo me canso de leer y re-leer a Zito Lema, autor también la magnífica " Pasión del Piquetero".
ResponderEliminarTraduce en sus letras un apasionado amor social.
MARITA RAGOZZA
la sensibilidad unidos al trabajo de este <"gran psicologo social" reivindica la esperanza en el caos. gracias y larga vida VICENTE ZITO LEMAS te esperamos en mendoza cuando quieras con buen vino!!!kauma.
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