martes, 27 de marzo de 2012

Enrique Vila-Matas - antonio tabucchi


antonio tabucchi
 Por el dolor de llamar…

¿Qué diablos hemos venido a hacer aquí? Creo tener una ligera idea de lo que respondería Tabucchi. Admiro en él su imaginación y también su capacidad para investigar en la realidad y terminar llegando a una realidad paralela, más profunda, esa realidad que a veces acompaña a la visible. Recuerdo que le gustaba Drummond de Andrade, que veía el misterio del más allá como si fuera solo un viejo palacio helado. Pienso en esto, mientras toco en el portón del tiempo perdido y veo que nadie responde. Vuelvo a tocar, y de nuevo la sensación de que golpeo en vano.
La casa del tiempo perdido está cubierta de hiedra por un lado, y de cenizas por el otro. Casa donde nadie vive, y yo aquí golpeando y llamando por el dolor de llamar y no ser escuchado. Nada tan cierto como que el tiempo perdido no existe, solo el caserón vacío y condenado. Y el viejo palacio helado. Llegó a casa hace siete días un mensaje de Tabucchi, en respuesta a unos recuerdos que inventé sobre Porto Pim: "Me hablas de una época remota, de cuando existían los cachalotes. Época de antes del diluvio, y sin embargo vivida. Qué raro, querido amigo". Es verdad, qué extraño. Hoy Porto Pim –hiedra y cenizas en el lugar donde nadie vive- es también un paisaje del tiempo perdido.
Junto al inventor de recuerdos y el hacedor de ficciones había un Tabucchi comprometido con la realidad, un escritor que entendía que Berlusconi había creado un mundo ficticio gracias a su imperio televisivo y mediático y que los italianos habían terminado por caer en una especie de Show de Truman del que no saldrían en años, por mucho que Berlusconi se hubiera ya largado. No había que olvidar, decía, que el show había producido leyes muy concretas y un pavoroso régimen. Y menos aún olvidar las responsabilidades de quienes habían sido condescendientes con tan grotesco espectáculo.
Tabucchi tuvo que huir cuando aquel espectáculo italiano infame afectó ya seriamente a su vida. Se marchó a Lisboa, y allí a veces escribía sobre la isla de Corvo y sobre la lejanía. Yo he escrito toda la vida sobreDama de Porto Pim, libro de cabecera y artefacto literario que en ocasiones contemplo como si fuera un Moby Dick en miniatura. Sus menos de cien páginas componen un buen ejemplo de libro de frontera,de artilugio compuesto de cuentos breves, fragmentos de memorias, diarios de traslados metafísicos, notas personales, biografía y suicidio de Antero de Quental, astillas de una historia cazada en la cubierta de un barco, mapas, bibliografía, abstrusos textos legales, canciones de amor: elementos a primera vista enemistados entre sí y, sobre todo, con la literatura, transformados por una firme voluntad literaria en ficción pura. Un libro memorable, como tantos otros suyos: RéquiemNocturno hindúPequeños equívocos sin importanciaSostiene Pereira, Se está haciendo cada vez más tarde.
En cuanto a Corvo, se trata de la isla más remota de las Azores. Solo se puede llegar a ella en barco. Nunca olvidaré el día en que desembarcó allí Tabucchi y vio a un hombre que tenía un molino de viento para triturar el grano y que le preguntó estupefacto: "Señor, ¿qué es lo que ha venido a hacer a esta isla?". A Corvo se va por ir, supe luego que pensó Tabucchi, a quien le habría gustado ser uno de los portugueses que llegaron en el siglo XV por primera vez a las Azores y encontraron un paraíso. Era aquella una época sin duda remota y en la que aún existían los cachalotes. Época que se ve hoy, con profundo dolor, ya tan lejana, y sin embargo, por raro que parezca, verdaderamente vivida.

6 comentarios:

  1. Sostuvo Tabucchi firmeza en sus pensamientos y sostuvo Tabucchi también una angustia creativa que nos dio grandes obras. Sostuvo Tabucchi la humildad de desaparecer detrás de su obra que para fortuna de sus lectores perdurarán por el siempre que nos dure el siempre, Carlos Arturo Trinelli

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  2. No puedo pensar en Tabucchi, sin asociarlo a Pessoa. Sus imágenes poéticas se enlazan y nos muestran a dos grandes creadores,sabios en su humildad, cuyo legado perdurará a través de generaciones. Sus armas de lucha a favor del hombre pleno fue el arte, al cual fueron fieles hasta el final.
    Gracias Artesanías por este recuerdo.
    Ofelia

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  3. Marcelo Mastroiani en el antológico personaje de la novela de este autor fallecido prematuramente para nuestra época. Sostiene Pereira fue una novela de denuncia, de exhibición de la injusticia en la pantalla, un militante que siempre fue fiel a sus principios, a su escritura, a su fidelidad y su compromiso con las causas populares. ¡Qué pena!

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  4. Conozco a Pessoa y a Tabuchi , simultáneamente, De la mano del surrealismo y la poesía llegan hasta mi .
    Me encantan su enigmáticas producciones con su subyacente ideología.
    Gracias por traerlo.
    amelia

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  5. Algunos escritores se sienten como amigas, pena.


    Gracias por publicarlo

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  6. Cristina agradece a ESTER POR ESTE ARTÍCULO

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