El valor de la amistad
Por Jacobo G. García (El Mundo – España)
"Yo vivo sólo para que me quieran más
mis amigos" solía decir y éstos ahora se multiplican. Una de sus mejores
amigas, el premio Cervantes Elena Poniatowska, recordó en El Mundo al Gabo
dicharachero y bueno con quien compartió muchas horas de charlas y risas.
"Nos queremos mucho desde antes de que le dieran el Nobel, porque es una
persona muy tierna y sencilla, y cuando nos vemos siempre me pregunta cosas
como si debo comprarme otro pantalón, si esta americana combina con esta camisa..."
recuerda horas antes de conocerse la noticia.
Una amistad que incluso le costó una exclusiva. Fue aquel
día en que Vargas Llosa le dio aquel puñetazo en la cara a Gabo y Elena estaba
delante. Pero mientras Ana Cecilia Treviño, la Bambi , editora del diario Excélsior, salió corriendo
a enviar el texto, Elenita fue por un bistec crudo para bajarle el hinchazón. Le
habían ganado la portada.
Aquí en la
Ciudad de México, García Márquez llegó huyendo del dictador
colombiano Laureano Gómez y su sucesor, el general Gustavo Rojas Pinilla. Durante
su exilio en la Ciudad
de México empezó a escribir 'Cien Años de Soledad', en un estilo que demuestra
la influencia del famoso escritor estadounidense William Faulkner. El escritor
colombiano llevó a su esposa a vivir con su familia y en el D.F permaneció 18 meses
casi sin salir de la habitación de su apartamento a la que llamaba "la Cueva de la Mafia ". Allí permaneció
consumiendo seis paquetes diarios de cigarrillos. Las deudas se acumulaban y
para resistir económicamente este largo período vendió su automóvil y casi
todas sus pertenencias, incluyendo los electrodomésticos y enseres de la casa. Por
esta obra percibió un anticipo de apenas 500 dólares y la tirada inicial fue de
8.000 ejemplares.
Para la tumba García Márquez se lleva el misterio sobre
la famosa novela inacabada de Gabo, una obra que se debía llamar "En
agosto nos vemos". "Se trata de un libro que escribió hace algunos
años, poco después de 'Memorias de mis putas tristes', pero que ha corregido
casi de forma obsesiva", dijo su editor Cristóbal Pera a EL MUNDO el año
pasado. La leyenda cuenta que Gabo había escrito hasta seis finales y que, una
vez terminada, la guardó en un cajón para que fuera publicada una vez fallecido.
Para su editor, que ha leído varios capítulos, se trata de una "obra
maestra" pero la fecha de su publicación "es una decisión personal de
Gabo", aclararía entonces.
"La vida no es la que uno vivió, sino
la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla", dijo en una de sus
últimas entrevistas.
Hasta la floreada casa del barrio de San Ángel llegaron
durante todo el día escritores como Ángeles Mastretta o Héctor Aguilar Camín, quien
recordó que la muerte del periodista colombiano no es cualquier cosa: "Es
como si se hubiera muerto Dickens o Balzac. Es una cosa muy seria García
Márquez".
Su familia informó de que el cuerpo del novelista será
incinerado y serán sus cenizas las que estén presentes en el homenaje que se le
rendirá el próximo lunes en Bellas Artes, catedral de la cultura mexicana. El
homenaje incluiría lecturas, proyecciones de cine, reediciones y conferencias.
Una noticia triste, pareciera inesperada cuando no se conocía sobre el escritor enfermedad, pero estos seres tan valiosos para la humanidad no se van quedan, quedan. En mi ''Cien Años de Soledad'', dejó un recuerdo insuperablemente bello. Gracias. marta comelli
ResponderEliminarEl Gabo siempre estará presente en la literatura, siempre nos iluminará con la mágica voz de sus escritos.
ResponderEliminarGracias por traer a este grande!!
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