domingo, 27 de abril de 2014

Murió García Márquez


El valor de la amistad
Por Jacobo G. García (El Mundo – España)  

"Yo vivo sólo para que me quieran más mis amigos" solía decir y éstos ahora se multiplican. Una de sus mejores amigas, el premio Cervantes Elena Poniatowska, recordó en El Mundo al Gabo dicharachero y bueno con quien compartió muchas horas de charlas y risas. "Nos queremos mucho desde antes de que le dieran el Nobel, porque es una persona muy tierna y sencilla, y cuando nos vemos siempre me pregunta cosas como si debo comprarme otro pantalón, si esta americana combina con esta camisa..." recuerda horas antes de conocerse la noticia.

Una amistad que incluso le costó una exclusiva. Fue aquel día en que Vargas Llosa le dio aquel puñetazo en la cara a Gabo y Elena estaba delante. Pero mientras Ana Cecilia Treviño, la Bambi, editora del diario Excélsior, salió corriendo a enviar el texto, Elenita fue por un bistec crudo para bajarle el hinchazón. Le habían ganado la portada.

Aquí en la Ciudad de México, García Márquez llegó huyendo del dictador colombiano Laureano Gómez y su sucesor, el general Gustavo Rojas Pinilla. Durante su exilio en la Ciudad de México empezó a escribir 'Cien Años de Soledad', en un estilo que demuestra la influencia del famoso escritor estadounidense William Faulkner. El escritor colombiano llevó a su esposa a vivir con su familia y en el D.F permaneció 18 meses casi sin salir de la habitación de su apartamento a la que llamaba "la Cueva de la Mafia". Allí permaneció consumiendo seis paquetes diarios de cigarrillos. Las deudas se acumulaban y para resistir económicamente este largo período vendió su automóvil y casi todas sus pertenencias, incluyendo los electrodomésticos y enseres de la casa. Por esta obra percibió un anticipo de apenas 500 dólares y la tirada inicial fue de 8.000 ejemplares.

Para la tumba García Márquez se lleva el misterio sobre la famosa novela inacabada de Gabo, una obra que se debía llamar "En agosto nos vemos". "Se trata de un libro que escribió hace algunos años, poco después de 'Memorias de mis putas tristes', pero que ha corregido casi de forma obsesiva", dijo su editor Cristóbal Pera a EL MUNDO el año pasado. La leyenda cuenta que Gabo había escrito hasta seis finales y que, una vez terminada, la guardó en un cajón para que fuera publicada una vez fallecido. Para su editor, que ha leído varios capítulos, se trata de una "obra maestra" pero la fecha de su publicación "es una decisión personal de Gabo", aclararía entonces.

"La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla", dijo en una de sus últimas entrevistas.

Hasta la floreada casa del barrio de San Ángel llegaron durante todo el día escritores como Ángeles Mastretta o Héctor Aguilar Camín, quien recordó que la muerte del periodista colombiano no es cualquier cosa: "Es como si se hubiera muerto Dickens o Balzac. Es una cosa muy seria García Márquez".


Su familia informó de que el cuerpo del novelista será incinerado y serán sus cenizas las que estén presentes en el homenaje que se le rendirá el próximo lunes en Bellas Artes, catedral de la cultura mexicana. El homenaje incluiría lecturas, proyecciones de cine, reediciones y conferencias.

3 comentarios:

  1. Una noticia triste, pareciera inesperada cuando no se conocía sobre el escritor enfermedad, pero estos seres tan valiosos para la humanidad no se van quedan, quedan. En mi ''Cien Años de Soledad'', dejó un recuerdo insuperablemente bello. Gracias. marta comelli

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  2. El Gabo siempre estará presente en la literatura, siempre nos iluminará con la mágica voz de sus escritos.

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